El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, dijo que Minsk está listo para el diálogo con todos los países, pero la república tiene algo que responder a quienes «muestran sus músculos» en Occidente.
Lukashenko dijo el jueves en una ceremonia en honor a graduados de instituciones de educación militar superior y oficiales superiores que Bielorrusia no quiere pelear, «no tenemos ese objetivo», pero «no nos arrodillaremos», informa BelTA.
“Somos militares, así que conocemos el precio de la paz (…) (Pero) no podemos hacer lo que ellos (los oponentes) quieren. Nos protegemos a nosotros mismos, a nuestras familias, a nuestros hijos, a nuestra tierra. No queremos nada más”, enfatizó.
El jefe de Estado señaló que Minsk está listo para un diálogo y una cooperación honestos y equitativos con cualquier país. Al mismo tiempo, la república tiene algo que responder a esas fuerzas que «están tratando de flexionar sus músculos en sus fronteras occidentales».
Para ello, se está desarrollando la organización militar del estado, cuya base son las Fuerzas Armadas, explicó.
“El ejército bielorruso es móvil, está bien equipado y es capaz de hacer frente a los desafíos y amenazas modernos. Como mínimo, podemos infligir un daño inaceptable al enemigo. Incluso nuestros oponentes admiten que tenemos uno de los ejércitos más fuertes de la región”, dijo Lukashenko.
Anteriormente, Lukashenko llamó a las sanciones occidentales un chantaje internacional. También señaló que estas medidas representan intentos poco ceremoniosos de eliminar a los competidores económicos y «poner una pie» en los recursos de Rusia y Bielorrusia.