La lucha por los canales de ayuda transfronterizos sirios podría ser costosa para Rusia

Una reunión de dos días en el formato de Astaná sobre Siria concluyó en la capital de Kazajstán, Nur-Sultan el 8 de julio. Uno de los temas clave en las conversaciones entre Rusia, Turquía e Irán, así como observadores de Jordania, Líbano e Irak, era un mecanismo de ayuda transfronteriza para Siria y el mandato de la ONU expiraba este mes. Washington exige que Moscú acepte una extensión del mandato, pero Rusia se opone totalmente, insistiendo en que este mecanismo ha perdido su relevancia. Los expertos creen que Moscú podría pagar un precio por su negativa a llegar a un acuerdo.

El enviado especial del presidente ruso para Siria, Alexander Lavrentyev, confirmó en la capital de Kazajstán que Moscú insiste en que este mecanismo debe descartarse. Recordó que se introdujo como medida temporal en el 2014, cuando Damasco no controlaba los cruces fronterizos ni la mayoría de sus fronteras. «Ahora, como nos parece, esto está desactualizado y este mecanismo ha dejado de ser útil». Considera que ahora es necesario garantizar la actividad normal del mecanismo a través de las autoridades legítimas en Damasco, y destaca que existen todas las condiciones para ello.

«Un posible veto ruso para proporcionar ayuda transfronteriza a través del último cruce restante es el tema número uno en Siria», dijo Anton Mardasov, investigador del Instituto de Medio Oriente (MEI) con sede en Washington y experto en el Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia. Una cuestión importante es si Moscú está calculando todas las desventajas por sí mismo.

Según el analista, por un lado, hay un juego destinado a debilitar a Idlib y monopolizar la asistencia de Damasco.

«Por otro lado, esto se refiere a las relaciones con Turquía, que en su mayoría consideraba los suministros de la ONU al noreste como una herramienta para fortalecer el separatismo kurdo, pero ahora se presenta con otro motivo de solidaridad con los EE.UU.».

Mientras tanto, el veto a la asistencia a millones de civiles es un impulso para que las ONG vinculadas a la ONU encuentren otros fundamentos legales para su trabajo, incluida la asistencia médica en el lugar, señaló.

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