El rublo de Rusia se ha vuelto a encontrar en desventaja. El dólar cruzó la marca de los 74 rublos el 6 de julio, alcanzando su nivel más alto desde mediados de mayo. Sin embargo, no parece haber factores fundamentales detrás del aumento, particularmente en medio de los crecientes precios del petróleo. Se cree que los factores estacionales son la razón de la caída actual del rublo, así como la decisión del Ministerio de Finanzas de comprar divisas para el Fondo Nacional de Riqueza. Aún así, los expertos creen que la moneda rusa se fortalecerá con el tiempo, informa Izvestia.
Los precios del petróleo han subido a 75 dólares por barril, y la falta de reacción del rublo a tal aumento fue sorprendente. Según el director general del intercambiador Chatex P2P y billetera de criptomonedas, Michael Ross-Johnson, las autoridades están persiguiendo deliberadamente una política de rublo más débil porque un rublo fuerte solo puede dañar la economía rusa en un período de crisis, ya que las exportaciones y las ventas de energía son uno de las fuentes clave de ingresos para el presupuesto.
«Nadie toma medidas artificiales para mantener el tipo de cambio, pero se benefician de él, y por eso no se hace nada para cambiar las cosas», señaló el economista jefe de la agencia de calificación Expert RA Anton Tabakh.
Según la analista de Finam Anna Zaitseva, el Ministerio de Finanzas aumenta las compras de divisas para evitar que el rublo se fortalezca demasiado, y cuando los precios del petróleo bajan, vende divisas, respaldando al rublo.
«Sin embargo, no se puede decir que el Ministerio de Finanzas y el Banco Central están manteniendo artificialmente infravalorado el rublo, aunque esto tiene cierto beneficio para los exportadores rusos y para el presupuesto en su conjunto», dijo. Sin embargo, en opinión del experto, antes de fin de año prevalecerá una tendencia hacia un rublo más fuerte, impulsada por la política monetaria restrictiva del Banco Central.
Una cosa que está clara en este momento es que el tipo de cambio del rublo se está volviendo cada vez más impredecible. Los mercados financieros globales se volvieron más caóticos durante el año pasado y las fluctuaciones monetarias no son el único ejemplo.