La administración del presidente estadounidense Joe Biden para fines del verano planea completar la revisión de la política de sanciones de Washington, escribe The Wall Street Journal.
Según la publicación, la estrategia de Biden incluye:
♦ Rechazo de campañas de presión a gran escala;
♦ Evitar daños económicos a terceros;
♦ Acciones conjuntas con los aliados.
La administración presidencial de Estados Unidos espera trabajar con los aliados en las sanciones contra China, Rusia y Bielorrusia.
“La revisión de esta política indica un fuerte alejamiento de la posición de la administración Trump, que impuso sanciones como herramienta de política exterior con más frecuencia que cualquier otra administración anterior, en un intento de ejercer presión económica sobre el enemigo, los sectores más diversos de las economías de Irán, Corea del Norte, Venezuela estaban a punta de pistola”, explicó WSJ.
Sin embargo, la presión de Estados Unidos no ha alterado significativamente el comportamiento de aquellos países que han sido sancionados, lo que genera dudas sobre su valor.
Según la administración de Biden, el uso de sanciones debe ser parte de un esfuerzo diplomático más amplio, incluso teniendo en cuenta la cooperación con los aliados y el uso de otras formas de persuasión para lograr los objetivos de política exterior.
«Los elementos de la nueva estrategia son visibles en una serie de acciones, incluida la flexibilización planificada de las sanciones económicas contra Irán», escribe el periódico.
Al mismo tiempo, representantes de la ex administración del presidente Trump dicen que el equipo del actual jefe de estado está «desperdiciando la influencia diplomática» construida en los cuatro años anteriores, y esto es especialmente cierto en el programa nuclear de Irán.