Los participantes del conflicto yemení están retrocediendo hacia el pasado, con insurgentes hutíes lanzando un ataque con misiles contra formaciones gubernamentales en la parte sur del país a pesar de que se han concentrado en otras áreas en los últimos meses. Para empeorar las cosas, las fuerzas gubernamentales con el apoyo de Arabia Saudita han reanudado los enfrentamientos con otra fuerza: los separatistas del Consejo de Transición del Sur, respaldados por los Emiratos Árabes Unidos, a pesar del acuerdo firmado entre las partes hace algún tiempo, informa Nezavisimaya Gazeta.
El servicio de prensa de las fuerzas gubernamentales informó a finales de junio que el movimiento Ansar Allah (Hutíes) había supuestamente perdido a más de 25.000 partidarios en los combates en la parte central del país. El jefe del sector de medios militares del ejército yemení, coronel Yahya Al-Hatami, afirmó que en el mismo período, los hutíes perdieron unos 4.000 vehículos militares. El ejército del gobierno vincula el resurgimiento de Ansar Allah directamente con una orden del liderazgo militar iraní. Según Al-Hatami, la situación se deterioró después de la elección del nuevo presidente de Irán.
En estas condiciones, Yemen sigue siendo un dolor de cabeza persistente para los estados del Golfo Pérsico que intentan mejorar sus relaciones con la administración Biden.
Los expertos consultados por Nezavisimaya Gazeta no consideran nuevo el interés de los hutíes en las áreas del sur.
«El Consejo de Transición del Sur siempre ha sido un enemigo de los hutíes», dijo al periódico el experto del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Kirill Semenov. «Había habido operaciones militares en el frente sur de antemano. No sería correcto decir que el sur es una nueva dirección para los hutíes». Según el experto, hasta el momento, nada apunta al inicio de un proceso de paz estable en Yemen. «Entonces, podemos esperar una continuación de la acción militar en diferentes direcciones», dijo Semenov. El analista señaló que esta situación es el resultado de la posición de Arabia Saudita de muchas maneras, ya que no ha podido llegar a un compromiso con los hutíes.