Una cálida mañana madrileña, al pie de la estatua ecuestre de Simón Bolívar, permitió hoy a diplomáticos, políticos y amigos celebrar el 210 aniversario de la firma del Acta de Independencia de Venezuela.
Un momento especial para recordar que más de 200 años después, similares enunciados de la época tienen vigencia actual, con la hostilidad e intentos de asfixia a la que está sometida la nación bolivariana.
Palabras del jefe de la misión diplomática de Venezuela, Mauricio Rodríguez, al concluir el encuentro consagrado a depositar una ofrenda floral ante la escultura del Libertador en la capital española.
Se refirió en especial a la situación que enfrenta el país sudamericano que, fiel al legado de Bolívar y los luchadores por la independencia hace más de dos siglos, es objeto de permanente hostilidad.
Argumentó que con postulados semejantes a los de la Doctrina Monroe, se intenta asfixiar no sólo a Venezuela sino los mecanismos de integración de América Latina y el Caribe, con la aplicación asimismo de leyes extraterritoriales.
Hoy mi país y el pueblo venezolano somos víctimas de las agresiones contra la economía, las finanzas, el comercio y la salud, señaló Rodríguez, quien recordó la postura de una experta de la ONU.
En febrero pasado, la relatora especial de Naciones Unidas sobre medidas coercitivas unilaterales y derechos humanos, Alena Douhan, instó a Estados Unidos, la Unión Europea y otros Estados a retirar las sanciones contra Venezuela.
Rodríguez agradeció particularmente el gesto de la representación de Belarús, que también entregó un ramo de flores en el monumento de Bolívar, así como la presencia de embajadores de Cuba, México, Nicaragua, Bolivia, China, Irán, Siria.
Además, diplomáticos de Palestina, Rusia, República Popular Democrática de Corea y Turquía; del Partido Comunista de España y de grupos de solidaridad y amistad con Venezuela, entre otros.