El VI Foro Internacional de Víctimas continuó hoy en esta capital con la participación de colombianos emigrados forzados por el conflicto interno, quienes realizaron un análisis de la importancia del Acuerdo de Paz.
Esta vez el tema Escuchar a las víctimas desde el exterior, del origen hacia la Paz, contribuyó a esclarecer la necesidad de la implementación del pacto alcanzado en 2016 entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo.
En la cita, con sede en el hotel Tequendama, en Bogotá, la silla del representante del gobierno de Iván Duque quedó vacía ante su ausencia.
‘Creemos en el proceso de paz. Somos constructoras de paz, de memoria, de justicia, con nuestros sueños de que creemos en una Colombia mejor, en un mundo mejor’, afirmó Alba Teresa, quien es socióloga y defensora de los derechos humanos.
Por su parte, Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, destacó que en Colombia no se ha logrado entender que el proceso de paz pertenece a todos, ‘por eso es muy bello cuando ustedes nos dicen que no se lo dejarán arrebatar’.
Durante el encuentro, las víctimas entregaron la primera orden Alfredo Molano a de Roux, por su labor en defensa de la paz y en la búsqueda de caminos de esperanza en Colombia.
‘Me emociona recibir este homenaje, porque reconozco la labor de Alfredo Molano, quien caminó Colombia con sus tenis para construir el relato de todos los territorios’, expresó el homenajeado al recibir el reconocimiento.
Molano fue escritor, sociólogo, periodista y Comisionado de la Verdad, nacido en Bogotá en 1944, que dedicó su vida a recorrer las zonas rurales de la nación sudamericana con la intención de dar cuenta de las otras realidades que la habitan.
De Roux agregó que la Comisión trata de apropiarse de la conciencia colectiva que llevan los exiliados en su corazón para aportar y continuar defendiendo su lucha.
La cita, organizada por el Foro Internacional de Víctimas en alianza con la Universidad de Concordia (Canadá) desde el jueves y hasta el venidero domingo, busca que los exiliados sean actores en la recuperación de su propia memoria histórica y participen en la elaboración de un informe sobre la compleja verdad de la guerra.
También pretende ser una contribución para que las personas, obligadas a salir de Colombia, hallen formas de expresión colectiva y sean tenidas en cuenta por las instituciones y la sociedad como centro en las políticas públicas de paz estable y duradera, a las cuales se refiere el acuerdo que puso fin al conflicto armado.