Con Luis Picasio van 84 líderes asesinados en 2021 en Colombia, y 1200 desde la firma del Acuerdo de Paz.
La Defensoría Regional de Chocó, en el noreste de Colombia, reportó el asesinato del líder social Luis Picasio Carampaima en Santa Catalina de Catrú, municipio de alto Baduó, a manos de una organización armadas irregular.
Ante la decapitación de Picasio se conformó una mesa de protección con representantes de la Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas, la Gobernación de Chocó, la procuraduría y los líderes indígenas.
Con Luis Picasio Carampaima van 84 líderes asesinados en 2021 en Colombia, y 1200 desde la firma del Acuerdo de Paz, reportó el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
Indepaz reportó que el campesino fue asesinado por las AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) , y reportó enfrentamientos en la zona, así como la quema de varias viviendas de las comunidades de la zona.
La Defensoría del Pueblo activó la ruta de atención humanitaria para generar acciones de protección y atención para esta comunidad integrada por al menos 2.500 personas.
“Ante estos hechos, ordenamos el traslado a la zona de una comisión de la Regional Chocó. También exigimos la protección de la población y que se investiguen estos hechos para dar con los responsables de tan atroz crimen», dijo el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.
«La Defensoría acompaña y buscar estar siempre cerca de las comunidades indígenas, para trabajar por sus derechos sin importar obstáculos o distancias geográficas”, precisó.
El corregimiento donde ocurrieron los hechos ha sido también históricamente receptor de desplazamiento y confinamiento de habitantes de la zona alta del río Dubasa.
Por estos hechos violentos, la Defensoría pidió protección y atención efectiva y urgente para las comunidades del resguardo Catrú, Dubasa y Ankosó, que se encuentran en riesgo por el accionar de grupos armados ilegales que se encuentran en disputa.
Este nuevo asesinato se produce cuando un reporte publicado por la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aseguró que Colombia es el segundo país con la mayor tasa de muertes violentas en medio de manifestaciones, después de Birmania, registrando una persona muerta cada 36 horas.
En el estudio, se logró evidenciar que las recientes jornadas de protesta tuvieron el mayor número de muertos en los últimos 44 años en el país, pues entre el 28 de abril y el 30 de mayo las afectaciones a civiles y el conflicto armado aumentaron considerablemente.