Mike Pompeo, quien fue secretario de Estado durante el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha sido uno de los partidarios de la teoría de que el coronavirus COVID-19 se originó en un laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan de China.
El exsecretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, expresó el miércoles su preocupación de que una sustancia o material no identificado pueda «filtrarse» de un laboratorio en Wuhan, aparentemente refiriéndose a su creencia de que la pandemia del coronavirus COVID-19 se fabricó en China.
«Este laboratorio todavía está abierto, este laboratorio todavía está operativo», dijo Pompeo a Fox News. «No he visto indicios de que hayan aumentado sus procedimientos de seguridad en este laboratorio. El riesgo de que algo así vuelva a suceder es muy real. Necesitamos saber si provino de ese laboratorio».
Reiteró sus afirmaciones de que el Partido Comunista de China ha estado involucrado en un «encubrimiento» de los orígenes de la pandemia de coronavirus, afirmando que Beijing vio «médicos morir» y «periodistas desaparecer».
https://twitter.com/News24Wide/status/1410294170661666817?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1410294170661666817%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fsputniknews.com%2Fus%2F202107011083279740-former-us-state-sec-mike-pompeo-claims-there-is-risk-of-something-else-leaking-from-wuhan-lab%2F
Pompeo es un apologista de las sugerencias de que COVID-19 fue fabricado en un laboratorio de Wuhan, aunque no ha ofrecido evidencia para sus afirmaciones a pesar de haber sugerido anteriormente que hay una «pila de evidencia de treinta metros de altura».
El exsecretario de Estado ha sido uno de los más elocuentes cuando se trata de señalar con el dedo a Beijing por ser responsable de la pandemia. La administración del presidente chino, Xi Jinping, ha negado repetidamente las afirmaciones por politizadas.
La teoría de la fuga de laboratorio fue refutada por un equipo de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes dijeron en un informe sobre los orígenes del virus que tal opción era «extremadamente improbable» y ofrecieron que la enfermedad podría haberse transmitido de forma plausible de animales a humanos.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ordenó a las agencias de inteligencia nacionales que compilen un informe sobre los orígenes del coronavirus en un plazo de 90 días, comprometiéndose a hacerlo público, a menos que surja algo previamente desconocido en los hallazgos.