El 1 de julio, los hutíes (Ansar Allah) publicaron imágenes de un reciente ataque con drones que tuvo como objetivo un campamento militar de la coalición liderada por Arabia Saudita en el área de al-Wadi’a, justo en la frontera entre Yemen y Arabia.
El ataque, que tuvo lugar el 22 de junio, vio a los hutíes lanzar diez drones suicidas Qasef-2K en concentraciones en el campamento de al-Wadi’a.
El dron suicida Qasef-2K es una copia del iraní Ababil-2. El dron tiene un alcance de hasta 150 kilómetros. Está armado con una ojiva de fragmentación de alto explosivo (HE-FRAG) que explota 20 metros sobre el objetivo designado gracias a una espoleta de proximidad avanzada.
Las imágenes del ataque, que aparentemente fueron filmadas por un equipo de reconocimiento de los hutíes, muestran uno de los drones suicidas explotando justo sobre una concentración de combatientes respaldados por Arabia Saudita en el campamento de al-Wadi’a.
Las imágenes también revelaron que los drones suicidas Qasef-2K generalmente se lanzan con el uso de propulsores de cohetes desmontables.
Los hutíes afirman que hasta 60 combatientes yemeníes respaldados por Arabia Saudita y oficiales saudíes murieron o resultaron heridos como resultado del ataque.
En las últimas semanas, los hutíes atacaron varios campos de la coalición liderada por Arabia Saudita. El 28 de junio, el grupo yemení atacó un campo de entrenamiento de la coalición y varios otros objetivos en el sur de Arabia Saudita. El 29 de junio, el grupo atacó dos campamentos en la provincia central yemení de Ma’rib.
Los ataques recientes destacan la creciente capacidad ofensiva de los hutíes. La coalición liderada por Arabia Saudita y sus representantes aún deben actuar contra esta amenaza.