Con la finalización del gasoducto “Nord Stream 2”, Ucrania necesita buscar nuevas fuentes e infraestructura para obtener gas. Así lo anunció el jueves el ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau, en una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas.
«Si hablamos de “Nord Stream”, la posición de Polonia es clara: nos oponemos a este proyecto», dijo. “Durante los últimos 18 años, todos los gobiernos de Polonia han sido críticos con este proyecto, que separa a los países de la UE y la OTAN, y ahora es importante para nosotros que la finalización de este proyecto conlleve la aparición de un déficit de seguridad en nuestra parte de Europa, y desde el punto de vista de Ucrania, falta de seguridad», argumentó Rau.
Como señaló Rau, «conectar Ucrania a otro sistema de gasoductos, que habría dependido de una fuente rusa, no resuelve este problema».
«En Polonia estamos tratando de diversificar el suministro de gas. El “Baltic Pipe” sirve para esto. La única salida es crear una solución similar para Ucrania, una situación en la que inicialmente recibiría gas de una fuente distinta a Rusia y no lo recibiría a través de un sistema de gasoductos, que Rusia puede controlar de una forma u otra», dijo el ministro polaco.
«Necesitamos buscar otras fuentes de gas para Ucrania y soluciones de infraestructura que le den seguridad a este país. Otras soluciones no podrán garantizar la seguridad de Ucrania», afirmó.