Kim Jong-un de Corea del Norte critica a los jefes de respuesta de emergencia contra el Covid 19 por un «incidente grave»


Desde que estalló la pandemia de COVID-19 a fines de 2019, las naciones que mejor han contenido la propagación del virus han sido el puñado de naciones socialistas que implementaron bloqueos totales, mientras que las naciones con las tasas de mortalidad más altas han sido aquellas cuyos líderes creían que los bloqueos eran peores. que la asombrosa cifra de muertos por el virus.

En una reunión ampliada del Politburó del Partido de los Trabajadores de Corea el martes, el secretario general del partido, Kim Jong Un, criticó a los funcionarios de salud por una falta de seguridad en relación con la estricta cuarentena del país contra el COVID-19.

Según la agencia de noticias Yonhap, que citó a los medios de comunicación de Corea del Norte, Kim dijo que este lapso había «causado un incidente grave que creó una crisis para la seguridad del país y de la gente».

Continúa diciendo que la «incompetencia e irresponsabilidad de los ejecutivos» encargados de implementar el Plan de Respuesta a Emergencias del país «fueron culpables. Sin embargo, el informe no da detalles precisos sobre cuál fue el «grave incidente».

Según NK News, no ha habido ningún caso confirmado de COVID-19 en la República Popular Democrática de Corea (RPDC), que ha mantenido una estricta cuarentena durante 515 días. El país incluso ha sacado a sus atletas de los Juegos Olímpicos de Tokio por temor a que puedan estar expuestos al virus o servir como vector para que ingrese al país. Sin embargo, abundan los rumores sobre la «verdad» y un rumoreado brote secreto de COVID-19.

El programa COVAX dirigido por la Organización Mundial de la Salud está programado para entregar 1,7 millones de dosis de la vacuna COVID-19 de AstraZeneca a la RPDC, pero a principios de junio, los envíos desde Corea del Sur se habían retrasado repetidamente.

En marzo, el periódico WPK Rodong Sinmun elogió el advenimiento de las campañas de vacunación masiva y calificó la plétora de vacunas COVID-19 como “un rayo de esperanza para la humanidad” contra la pandemia. Sin embargo, el documento advirtió que “las vacunas nunca son una panacea universal”, insinuando que también deben usarse otras medidas de salud pública para contener el virus.

La experiencia reciente con la variante Delta ha confirmado la verdad de las afirmaciones de RS, ya que las naciones vuelven a imponer restricciones a pesar de tener altas tasas de vacunación. En Israel, se ha descubierto que la variante Delta infecta a pacientes ya vacunados contra COVID-19.

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