Estados Unidos atacó las posiciones de las fuerzas pro iraníes en Siria e Irak el lunes, y el Pentágono afirmó que la operación era únicamente una medida defensiva. Se produjo como respuesta a los ataques en curso contra el personal estadounidense en el Medio Oriente, informó Nezavisimaya Gazeta. La administración Biden señala que Estados Unidos quiere enviar una señal clara a Teherán sobre sus líneas rojas en la región. Sin embargo, Washington todavía no planea aumentar los riesgos de escalada con las formaciones irregulares chiítas, que se considera que son directamente responsables ante el liderazgo iraní.
El asistente del secretario de Defensa para Asuntos Públicos, John Kirby, dijo anteriormente que la Fuerza Aérea de Estados Unidos llevó a cabo ataques aéreos contra los grupos respaldados por Teherán en la zona fronteriza de Irak y Siria. Según Kirby, «los objetivos fueron seleccionados porque estas instalaciones son utilizadas por milicias respaldadas por Irán que participan en ataques con vehículos aéreos no tripulados contra el personal e instalaciones estadounidenses en Irak». Los ataques tuvieron como objetivo almacenes e instalaciones operativas en dos lugares en Siria y un lugar en Irak.
Las Fuerzas Armadas iraquíes condenaron enérgicamente el ataque. Yehia Rasool, portavoz del Comandante en Jefe iraquí, declaró que el ataque aéreo de Estados Unidos en la frontera sirio-iraquí es una flagrante violación de la soberanía y la seguridad nacional de Irak. Por su parte, las formaciones chiítas juraron venganza por los ataques. La agencia de noticias iraní Pars citó una declaración del grupo Kata’ib Sayyid al-Shuhada, que decía que a partir de ahora apuntaría a aviones estadounidenses.
El experto militar Yuri Lyamin brindó un comentario a Nezavisimaya Gazeta diciendo que la situación en Siria e Irak no ha cambiado mucho recientemente desde el punto de vista de las acciones estadounidenses.
«De vez en cuando, los estadounidenses apuntan selectivamente a las fuerzas pro iraníes en la frontera entre Siria e Irak, y las fuerzas pro iraníes apuntan selectivamente a las posiciones estadounidenses en Irak», señaló el analista. «Sin embargo, ambas partes están tratando de calibrar los golpes de tal manera que resulten desagradables para su oponente y eviten una nueva ola de escalada aguda al mismo tiempo».
El comentarista militar dijo al periódico que la situación no representa un problema importante para las fuerzas rusas en Siria.
«La zona fronteriza cerca de Irak bajo el control del gobierno sirio está en la llamada zona de responsabilidad de las fuerzas pro iraníes, y la presencia de Rusia es mínima allí», concluyó.