Los países occidentales se niegan a apoyar la resolución de la ONU patrocinada por Rusia contra la glorificación del nazismo y rechazan las propuestas de Rusia de condenar la demolición de monumentos a quienes liberaron a Europa, escribió el canciller ruso Sergey Lavrov en su artículo publicado en Kommersant y Rusia en asuntos globales el lunes.
«Los esfuerzos para reemplazar el derecho internacional por las ‘reglas’ occidentales incluyen una política inmanentemente peligrosa de revisar la historia y los resultados de la Segunda Guerra Mundial y los veredictos de los juicios de Nuremberg como la base del orden mundial actual. Occidente se niega a apoyar una resolución de la ONU patrocinada por Rusia que proclama que glorificar al nazismo es inaceptable, y rechaza nuestras propuestas de discutir la demolición de monumentos a quienes liberaron Europa», dijo Lavrov.
Añadió: «También quieren condenar al olvido acontecimientos trascendentales de la posguerra, como la Declaración de la ONU sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales de 1960, iniciada por nuestro país. Las antiguas potencias coloniales buscan borrar este recuerdo reemplazando con rituales urdidos apresuradamente, como arrodillarse antes de las competencias deportivas, para desviar la atención de su responsabilidad histórica por los crímenes de la época colonial».
Según él, «el orden basado en reglas es la encarnación de un doble rasero».
«Las antiguas potencias coloniales buscan borrar esta memoria reemplazándola con rituales inventados apresuradamente, como arrodillarse antes de las competencias deportivas, para desviar la atención de su responsabilidad histórica por los crímenes de la era colonial», escribió.