Durante la cumbre del 24 al 25 de junio, los jefes de los líderes de la UE se negaron a apoyar la propuesta de Francia y Alemania de invitar al presidente ruso Vladimir Putin a una cumbre de la UE. Austria expresó su apoyo a la reunión, sin embargo, los Estados bálticos, Polonia, Rumania y Países Bajos se opusieron abiertamente a la propuesta. Nadezhda Arbatova, jefa del Departamento de Estudios Políticos Europeos del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales (IMEMO) analizó la situación en su artículo de opinión escrito para Nezavisimaya Gazeta.
Alemania y Francia presentaron esta iniciativa justo antes de la cumbre sin ninguna discusión previa con otros estados de la UE. En el período previo a la cumbre, el periódico Financial Times informó citando fuentes diplomáticas que la canciller alemana, Angela Merkel, apoyada por el presidente francés Emmanuel Macron, se ofreció a invitar a Putin a una cumbre de la UE. Sin embargo, este plan no fue apoyado, y Merkel expresó su decepción por la falta de apoyo a su iniciativa de establecer contacto directo con Rusia y el líder ruso.
Arbatova plantea la cuestión de si el fracaso de esta iniciativa está relacionado con la incertidumbre política debido a que Merkel deja su cargo y las próximas elecciones en Francia, o si refleja los cambios objetivos en el formato ampliado de la UE, es decir, el reformateo de la jerarquía existente de relaciones. La experta señaló que este tema se aclarará en un futuro próximo después de las elecciones en Alemania y Francia.
Parece que una división entre los líderes de la UE en la reciente cumbre desencadenará una reforma del mecanismo de toma de decisiones en la esfera de la política exterior, dijo la analista. La experiencia muestra que los estados de la UE más cercanos a Rusia geográficamente tienden a adoptar una postura más dura sobre Rusia debido a la preocupación constante por su vulnerabilidad, agregó.
Existe la opinión de que las declaraciones duras sobre Rusia se incluyeron inicialmente en la agenda de la cumbre para equilibrar la oferta de Alemania y Francia de realizar una cumbre con Rusia, sin embargo, mientras que la iniciativa de Merkel y Macron fracasó, las declaraciones duras permanecieron, señaló el experto.
La cumbre finalizó con una declaración habitual sobre la disposición para la cooperación con Rusia y una asignación para la Comisión Europea y el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, de proporcionar opciones para medidas adicionales, incluidas sanciones económicas contra Rusia si es necesario. El experto señaló que cualquier sanción adicional no traerá nada nuevo a las relaciones UE-Rusia, y agregó que una vez más, los principios prevalecerán sobre los resultados reales.