El Gobierno colombiano alega que una posible alianza entre la guerrilla del ELN y las disidencias de las FARC fraguó el conato de atentado contra Duque.
El helicóptero que transportaba al mandatario colombiano y otras autoridades del país recibió seis balazos de fusil cuando estaba por aterrizar en el aeropuerto de la ciudad de Cúcuta el pasado viernes.
“Se ha recibido información de una posible alianza criminal narcotraficante entre el frente urbano del ELN [Ejército de Liberación Nacional] y las disidencias de las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia] Grupo Residual Organizado Frente 33 con organizaciones narcotraficantes y criminales”, afirmó el domingo el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano.
Molano no dijo de manera explícita que estos grupos estuvieran involucrados en el conato de atentado, pero aseguró que cuentan con dos retratos hablados de los presuntos autores materiales del incidente.
En esta misma línea, indicó también que se había realizado, hasta el domingo, más de cien actividades de estudio de criminalística genética, balística y dactiloscópica, 45 entrevistas judiciales, además de que hay 22 cámaras de seguridad en proceso de análisis con 160 horas de grabación para dar con los responsables de la intentona.
Molano agregó además que el Gobierno sigue las investigaciones hasta capturar y llevar a la justicia a los responsables del atentado.
En el helicóptero, además de Duque, viajaban, entre otros dignatarios, Molano y el ministro de Interior, Daniel Palacios, el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, y el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, que lo habían acompañado a la visita a Sardinata.
Entretanto, se han encontrado dos fusiles modelo AK-47 y FAL 7-62 a 1.2 kilómetros, aproximadamente, del aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta, de donde despegó la comitiva presidencial.