A principios de 2020, un juez de distrito del Reino Unido dictaminó no extraditar a Julian Assange a Estados Unidos, pero decidió que debía esperar en prisión el resultado de una apelación presentada por fiscales estadounidenses.
Sigurdur Ingi Thordarson, un ex voluntario de WikiLeaks convertido en informante del FBI, admitió haber fabricado partes importantes de las acusaciones en la acusación contra Julian Assange, según el periódico islandés Stundin.
En una entrevista con el medio de comunicación, Thordarson, que es ciudadano islandés, también confesó que fabricó la afirmación de que Assange le había ordenado que cometiera intrusiones o piratería informática en Islandia.
“De hecho, Thordarson ahora admite ante Stundin que Assange nunca le pidió que pirateara o tuviera acceso a grabaciones telefónicas de parlamentarios [islandeses]. Su nueva afirmación es que, de hecho, había recibido algunos archivos de un tercero que afirmaba haber grabado parlamentarios y se había ofrecido a compartirlos con Assange sin tener idea de lo que realmente contenían. Afirma que nunca verificó el contenido de los archivos o incluso si contenían grabaciones de audio como sugirió su tercera fuente ”, informó el sábado el diario.
Thordarson también proporcionó a Stundin registros de chat que datan de 2010 y 2011, y que indican sus frecuentes solicitudes de piratas informáticos para atacar u obtener información de entidades y sitios web islandeses.
El periódico insiste en que ninguno de los registros muestra que nadie dentro de WikiLeaks le pidió a Thordarson que recurriera a los piratas informáticos. Según el periódico, los registros en realidad reflejan los constantes intentos de Thordarson de inflar su posición, ya que se describió a sí mismo como jefe de personal o jefe de comunicaciones.
Por separado, Stundin citó al ex ministro del Interior islandés Ogmundur Jonasson afirmando que las autoridades estadounidenses «estaban tratando de usar cosas aquí [en Islandia] y usar a personas en nuestro país para tejer una telaraña, una telaraña que atraparía a Julian Assange».
El ex miembro de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA) Edward Snowden se apresuró a reaccionar al artículo de Stundin al tuitear que «este es el final del caso contra Julian Assange», un sentimiento del que se hizo eco en gran medida el periodista de investigación Glenn Greenwald, quien señaló en su Página de Twitter que “debería ser”.
Caso Assange
En enero, la jueza de distrito del Reino Unido, Vanessa Baraitser, dictaminó no extraditar a Assange a los Estados Unidos, citando razones de salud y el riesgo de suicidio en el sistema penitenciario estadounidense. Sin embargo, el juez decidió que el fundador de WikiLeaks debe permanecer en la cárcel para esperar el resultado de una apelación de los fiscales estadounidenses contra el fallo de la corte británica.
Assange fue arrestado en Londres el 11 de abril de 2019 y sentenciado a 50 semanas de prisión por saltarse la fianza en 2012, cuando se refugió dentro de la embajada ecuatoriana en la capital del Reino Unido para evitar la extradición a Suecia, donde enfrentaba cargos de agresión sexual que fueron luego abandonado por un tribunal sueco.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos busca al editor de 49 años por cargos de espionaje y fraude informático después de que WikiLeaks hiciera públicos miles de archivos secretos e información clasificada que arroja luz sobre posibles crímenes de guerra cometidos por tropas estadounidenses en Irak y Afganistán. Assange enfrenta hasta 175 años en una prisión de máxima seguridad si es declarado culpable en Estados Unidos.