La mañana de este jueves en Chile, desde la Cámara de Diputados, el ministro de Salud del país, Enrique Paris, confirmó que el caso sospechoso de la peligrosa variante “Delta” que analizaba el Instituto de Salud Pública (ISP) arrojó positivo.
En concreto, se trata de una paciente de 43 años residente de Talca y que regresó de los Estados Unidos.
Sobre esto informó el medio local “Radio Cooperativa”.
Con anterioridad, previo al inicio de la sesión y ante las consultas de la prensa, Paris dijo pensar que la variante “va a llegar”.
“Es casi imposible que no llegue porque es una variable muy contagiosa, muy potente”, detalló Paris.
“Tal como lo dije al comienzo de la pandemia, cuando la gente pensaba que no iba a llegar el coronavirus, creo que Delta va a llegar. Lo que tenemos que hacer es tener un control mayor sobre las fronteras”, añadió.
“Variante de preocupación”
“Delta” se transformó en el nuevo dolor de cabeza de los gobiernos y sistemas de salud del mundo por ser una cepa mucho más agresiva del SARS-CoV-2.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pasó de considerarla una variante de “interés” a una de “preocupación”.
Los últimos datos arrojan que “Delta”, originada en la India a fines del 2020, ya está en 80 naciones.
En América Latina, Argentina, México y Perú ya han constatado casos en sus territorios.
Síntomas
Además, sus síntomas difieren de los que generalmente se asocian con el nuevo coronavirus.
Hasta el momento, los más comunes son dolor de cabeza, de garganta y secreción nasal.
“Los expertos ingleses apuntan a que parece más un resfriado común y que no tendría, según los primeros datos, los síntomas clásicos del virus original, como tos o pérdida del olfato”, dijo a DW el virólogo alemán Félix Drexler.
A todo lo anterior se suma el hecho que un infectado con “Delta” tienen casi dos veces más posibilidades de terminar hospitalizado que alguien que enferme con “Alfa”, la variante británica, según un estudio publicado en The Lancet.