El final de otra ronda de conversaciones sobre el destino del acuerdo nuclear iraní, que no arrojó ningún resultado claro, y la elección del nuevo presidente de la República Islámica podrían cambiar el calendario de nuevas medidas destinadas a reactivar el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). El presidente electo de Irán, Ebrahim Raisi, anunció que Teherán estaba listo para regresar al acuerdo, pero se negó a mantener contactos personales con el presidente estadounidense Joe Biden, quien había prometido restaurar el acuerdo como una prioridad de política exterior.
El resultado de la votación presidencial iraní del 18 de junio, donde el candidato conservador Raisi aseguró la victoria como se esperaba, generó dudas sobre las perspectivas de resolver la situación con el regreso de Estados Unidos al acuerdo nuclear, escribe Izvestia. Karim Sadjadpour, miembro senior del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, cree que el equipo de Biden probablemente quiera que se revisen los términos del acuerdo antes de la toma de posesión de Raisi a fines de agosto y el posterior ascenso al poder del nuevo equipo de conservadores.
Según el politólogo Farkhad Ibragimov, Raisi ciertamente puede hacer comentarios duros sobre los socios occidentales, en particular, los europeos, quienes, según él, no están haciendo ningún esfuerzo para asegurar que Estados Unidos regrese al acuerdo. Mientras tanto, el presidente electo «actuará con cuidado y no buscará problemas, y no le dará a Estados Unidos y la UE ninguna razón para renunciar a sus planes de regresar al JCPOA».
Le interesa lograr un acuerdo, en primer lugar para reducir las tensiones en la sociedad iraní, que ahora enfrenta una situación desafiante, señaló el experto. Además, el regreso de todos los participantes al JCPOA le daría puntos políticos extra: «si los conservadores logran hacerlo, podrán demostrar que los intentos de los reformistas y las fuerzas moderadas para lograr este objetivo han fracasado».