El canciller venezolano, Jorge Arreaza, llegó ayer martes a Moscú en una visita que durará varios días. Uno de los temas clave en la agenda de las conversaciones es la ayuda de Rusia a Venezuela en la lucha contra la pandemia, es decir, el suministro de dosis de vacunas, informa Nezavisimaya Gazeta. Venezuela tiene una de las tasas de vacunación más bajas del mundo debido a la catastrófica falta de dosis de vacuna.
Dos días antes de la visita de Arreaza a Moscú, el presidente venezolano Nicolás Maduro concedió una entrevista a Bloomberg, en la que dijo que el gobierno de Estados Unidos rechazó la sugerencia de Caracas de levantar o suavizar las sanciones contra Venezuela. Maduro está tratando de descongelar las cuentas de las empresas estatales venezolanas y usar sus fondos para comprar vacunas.
Mientras tanto, Venezuela reporta escasez de dosis de la vacuna COVID-19. Médicos Unidos de Venezuela, la asociación de médicos del país, informa problemas con el acceso a la segunda dosis de la vacuna, y el intervalo entre la primera y la segunda dosis es de 90 días en lugar de los 21 habituales. Venezuela solo recibe vacunas de Rusia y China (“Spútnik V” y “Sinopharm” respectivamente). Según las autoridades de salud venezolanas, solo el 0,8% de la población fue vacunada contra el COVID-19, una cifra récord incluso para América del Sur, donde el esfuerzo de vacunación ha sido en general bastante lento.
El director del Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad Estatal de San Petersburgo, Viktor Jeifets, dijo a Nezavisimaya Gazeta que el sistema de salud venezolano se encuentra en una condición terrible.
«Es un regalo de Dios que haya tan pocos casos de COVID-19 en el país», dijo. Según el Ministerio de Salud de Venezuela, el país con una población de más de 28 millones ha registrado solo 260.000 casos de COVID-19 y han fallecido 3.000 pacientes. Sin embargo, cabe señalar que la veracidad de estos datos está cuestionada, concretamente por Médicos Unidos de Venezuela. El problema que ven no es la subestimación de las cifras de casos, sino la baja calidad de los servicios estadísticos médicos”.
Jeifets no descarta que la visita de Arreaza a Moscú se deba al objetivo de Venezuela de comprar dosis adicionales de vacunas de Moscú. El experto señala que aunque los venezolanos obtengan el “Spútnik V” de Rusia a una tarifa con descuento, no es gratis, por lo que Maduro deberá comprarlo a crédito.
«Otra cosa es que el gobierno venezolano tiene tanto crédito que no está claro cómo lo pagará», dijo.