El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva calificó hoy de inadmisible la represión policial contra indígenas en el Congreso Nacional que buscaban archivar un proyecto de ley sobre demarcación de tierras nativas.
‘Es inaceptable la cobardía con la que las manifestaciones de los pueblos indígenas fueron reprimidas por la policía en Brasilia’, escribió el fundador del Partido de los Trabajadores en la red social Twitter.
Consideró necesaria que ‘la sociedad brasileña repudie la banalización de estas agresiones. Un país que no respeta a sus pueblos originarios no puede avanzar’, remarcó.
La policía del Distrito Federal reprimió este martes a las puertas del Parlamento a un centenar de aborígenes que protestaban para exigir la eliminación de la iniciativa sobre sus dominios.
Tal manifestación fue desperdigada por los agentes del orden con extrema violencia y el uso de bombas de gas lacrimógeno, relataron testigos citados por medios periodísticos.
Fue el segundo ataque policial en pocos días, pues el primero ocurrió el 17 de junio.
El proyecto de ley prevé una serie de modificaciones en la jurisdicción de los terrenos originarios.
Aparece entre las alteraciones que los pueblos aborígenes solo tendrían derecho a aquellos suelos que estuvieran en su posesión el 5 de octubre de 1988.
La votación de la iniciativa estaba prevista para este martes en la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados, pero fue retirada del orden del día tras las protestas.
Desde hace una semana, grupos de nativos acampan en la Explanada de los Ministerios, céntrica avenida en esta capital en la que se ubican los edificios del poder público.
La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) denunció en marzo ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas al gobierno del presidente Jair Bolsonaro por ejecutar una política de exterminio contra las comunidades originarias.
‘Hemos vivido un momento muy grave en nuestro país. El actual Ejecutivo brasileño aplica una política que es extremadamente perjudicial para los pueblos indígenas’, afirmó ante esa junta Luiz Eloy Terena, abogado de la APIB.
Manifestó que el Gobierno y sus agentes ‘tienen que ser responsabilizado. Estamos ante una política de exterminio, pedimos ayuda para detener el genocidio’, remarcó.
Terena también reveló que por el patógeno y las invasiones ilegales de madereros en zonas de la Amazonia están en riesgo 114 pueblos indígenas que nunca tuvieron contacto con el hombre blanco.