Tras la ausencia de grandes acuerdos en la cumbre Estados Unidos-Rusia de esta semana, que había provocado cierta histeria y toda una serie de declaraciones fuera de lugar por parte de representantes ucranianos, Kiev comienza ya a preparar el terreno para el encuentro que en unas semanas espera celebrar Volodymyr Zelensky con Joe Biden y en el que la seguridad de Ucrania -es decir, el mantenimiento del apoyo militar y diplomático estadounidense a Ucrania contra la supuesta «amenaza rusa»-será el tema principal.
Para ello es preciso mantener el discurso del peligro ruso, de la ocupación de Donbass y continuar definiendo a la población de Donetsk y Lugansk como prisioneros de Rusia, aunque en estos siete años haya sido de Ucrania de quien han tenido y siguen teniendo que defenderse. Sin embargo, el apoyo de los socios internacionales de Ucrania al proceso de Minsk y la necesidad de mantener las sanciones contra Rusia -por no mencionar que la retirada unilateral de Ucrania de los acuerdos de Minsk es, posiblemente, la única vía que abriría la puerta a que Rusia se planteara una anexión o una anexión de facto de los territorios- hace imposible para Kiev renunciar a esos acuerdos que nunca ha querido cumplir y que no pretende implementar. Y así lo siguen dejando claro diferentes representantes ucranianos, en esta ocasión alguien con gran peso político, el presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional.
Artículo Original: Antifashist
El presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, Alexey Danilov, al referirse a la implementación de los acuerdos de Minsk, comparó las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk con un campo de concentración. Lo hizo en una aparición en el programa “Pravo ha vlast” del canal de televisión 1+1. Según Danilov, Ucrania no busca renunciar a los acuerdos de Minsk, sino que ofrece desarrollarlos, ya que es imposible implementarlos en su forma actual.
“Si hablamos de la situación en relación con los acuerdos de Minsk, puedo decir que la forma en la que existen ahora es completamente absurda. No sorprende cuando los ciudadanos de Ucrania nos gritan: «Vamos a implementar los acuerdos de Minsk rápidamente». Pero díganme, ¿cómo se pueden celebrar unas elecciones en un campo de concentración? A día de hoy, parte del territorio está ocupado, está bajo la influencia de la Federación Rusa, cuyas autoridades situadas en el territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk son nombradas allí y vienen de allí. Los oficiales son de la Federación Rusa, los generales son de la Federación Rusa, las armas son de la Federación Rusa. Todo el mundo lo sabe. Dicen: «No tenemos por qué decir la verdad a nuestros socios». Pero si no decimos la verdad, si no llamamos a las cosas por su nombre, nadie nos va a respetar”, afirmó el presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional.
“No vamos a renunciar a ellos. Debemos trabajar con los acuerdos de Minsk. No hay otros. Pero tenemos que comprender que es imposible implementarlos como están. Con la presencia de tanques, blindados, generales y oficiales rusos en territorio ucraniano, celebrar elecciones no tiene sentido. Es imposible”, añadió.
Hay que recordar que la comisionada para los Derechos Humanos del Parlamento, Ludmila Denisova, calificó los pasaportes rusos obtenidos por los residentes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk de ausweis. [Danilov ha añadido que esos ausweis son una de las razones fundamentales para modificar los acuerdos de Minsk-Ed].
En abril de 2014, los residentes de las regiones de Donetsk y Lugansk, que no reconocían la legitimidad del golpe de estado de febrero, proclamaron las Repúblicas Populares. Tras los referendos celebrados en mayo, declararon la independencia y formaron sus propias autoridades en Donetsk y Lugansk. En noviembre de 2014 se celebraron elecciones a la presidencia y los parlamentos de las Repúblicas.
Ese año, Kiev inició la guerra contra el Donbass.
La resolución del conflicto está basada en el paquete de medidas para implementar los acuerdos de Minsk, firmado el 12 de febrero de 2015 en la capital bielorrusa por los miembros del Grupo de Contacto y negociado por los líderes de los países del Formato Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania).
Las partes en conflicto apelaron al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para garantizar el cumplimiento de las provisiones del documento, que fue aprobado por la resolución 2202 el 17 de febrero de 2015.
El paquete de medidas implica alto el fuego, retirada de armamento pesado de la línea del frente, inicio del diálogo para el restablecimiento de los lazos socioeconómicos entre Kiev y Donbass y la reforma de la Constitución de Ucrania para descentralizar y consolidar el estatus especial de “ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk”.