Estados Unidos está reduciendo drásticamente el número de sistemas antimisiles en el Medio Oriente como parte de la reorganización de la presencia militar en la región, ya que centra la atención de las fuerzas armadas en los desafíos de Rusia y China, informó The Wall Street Journal citando fuentes de la administración estadounidense.
Los recortes no anunciados en el equipo militar comenzaron después de una conversación telefónica el 2 de junio entre el secretario de Defensa Lloyd Austin y el príncipe heredero saudí Mohammad bin Salman, dicen las fuentes. La mayor parte del equipo militar se está retirando de Arabia Saudita.
El Pentágono está retirando ocho baterías antimisiles Patriot de Irak, Kuwait, Jordania y Arabia Saudita, dijeron las autoridades. Las fuentes señalan que Estados Unidos también está retirando el sistema de interceptación transatmosférica THAAD de Arabia Saudita y reduciendo el número de combatientes en la región.
«Lo que se ve es una reasignación de recursos en línea con las prioridades estratégicas», dijo un alto funcionario del Ministerio de Defensa.
El funcionario señaló que solo una parte del equipo desplegado regresa de la región.
«Todavía tenemos fuerzas en Irak y Siria, estas fuerzas no se van. Todavía tenemos nuestras bases en los países de nuestros socios en el Golfo Pérsico, no se están cerrando, todavía hay una presencia significativa», dijo el funcionario.
Según las fuentes, el motivo de la retirada de equipos también se asocia con un regreso a un nivel más tradicional de presencia estadounidense en la región después de que la administración anterior retirara equipos a Medio Oriente para presionar a Irán. Los funcionarios creen que las armas estadounidenses no han disuadido a Irán de acciones desestabilizadoras. Arabia Saudita también ha mejorado sus capacidades defensivas e interceptó la mayoría de los ataques con misiles por su cuenta. Además, los sistemas de defensa antimisiles estadounidenses necesitan mantenimiento y reparación.