Más de 10.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a la violencia en curso entre bandas criminales en Haití. Lo informa el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (CARDH).
Según CARDH, solo en el primer trimestre de junio, aproximadamente 2.000 personas, incluidos 1.138 niños, fueron desplazados del área metropolitana de Martisan.
Los funcionarios de CARDH señalan que las personas desplazadas se han refugiado en el complejo deportivo Carrefour de la ciudad después de sangrientos enfrentamientos entre bandas criminales en el sur de Puerto Príncipe. La mayoría de las víctimas de la violencia aún no pueden regresar a sus hogares.
“Los enfrentamientos entre grupos armados son cada vez más violentos y más mujeres, niños y adolescentes se ven obligados a huir de sus hogares”, dijo Bruno Maes, representante de UNICEF en Haití.
En el mensaje, CARDH lamenta el «silencio del gobierno del presidente Jovenel Moise» en el contexto de las acciones de los pandilleros que han provocado una escalada de violencia en las últimas dos semanas: secuestros, masacres, ataques a las zonas más vulnerables de la capital y en las comisarías.
Según CARDH, de enero a junio de 2021, al menos 231 personas fueron secuestradas, incluidos 14 extranjeros. Esta cifra también incluye 20 secuestros en grupo de 50 personas.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Haití también advirtió sobre un brote de violencia en Puerto Príncipe.
“Una nueva ola de violencia de las pandillas en la capital obligó a casi 8.500 niños, niñas y adolescentes a trasladarse en solo dos semanas”, dijo Bruno Maes, representante de UNICEF en Haití.
El aumento de los enfrentamientos se produjo en el contexto de los preparativos para un referéndum sobre la adopción de una nueva constitución. Según los expertos, la situación empeorará aún más después de las elecciones de septiembre, ya que los políticos utilizan las bandas criminales para sus propios fines.