La ONU indicó que el número de refugiados aumentó en un 4% durante el año

El número de personas que huyen de la guerra y la violencia en el mundo aumentó un 4% durante el 2020, llegando a casi 82,4 millones, según el informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) publicado este viernes en Ginebra.

“A pesar de la pandemia [del coronavirus], el número de personas que huyeron de la guerra, la violencia, la persecución y las violaciones de derechos humanos en el 2020 se elevó a casi 82,4 millones”, señalaron los expertos, y destacaron que a finales del 2019, ese número era de 79.5 millones, y el crecimiento total en 12 meses fue del 4%. Entre los que necesitan protección, 48 millones son desplazados internos. A lo largo del año, aumentaron en 2,3 millones, principalmente debido a las crisis en Etiopía, Sudán, los estados del Sahel, Mozambique, Yemen, Afganistán y Colombia.

«Detrás de cada número hay personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares», dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, y enfatizó que merecen atención, apoyo y «encontrar una solución». Según él, se requiere «mucha más voluntad política» para resolver los conflictos.

Como se señala en el informe, el 42% de las personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares son menores de edad y son «especialmente vulnerables». El ACNUR estima que casi 1 millón de niños “nacieron refugiados” entre 2018 y 2020. Los expertos llaman la atención sobre el hecho de que en el apogeo de la pandemia en el 2020, 160 países cerraron sus fronteras y 99 estados no hicieron excepciones en este régimen para admitir a extranjeros que necesitan protección en su territorio. Durante el 2020, 3,2 millones de desplazados internos y 251 mil refugiados regresaron a sus hogares. Otros 33,8 mil refugiados recibieron la ciudadanía de los países en los que anteriormente habían encontrado refugio.

Grandi pidió a «los líderes mundiales y aquellos con influencia que dejen de lado sus diferencias y pongan fin a los enfoques egoístas de la política». En su opinión, es necesario «concentrar los esfuerzos en prevenir y resolver conflictos y garantizar el respeto a los derechos humanos».

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