Un diputado venezolano sugiere que Europa y EE.UU. tratan de emendar su error garrafal en lo tocante al apoyo dado al golpista Juan Guaidó.
“Desde nuestra perspectiva pareciera que hay una rectificación muy tenue por parte de la Unión Europea [UE] y del nuevo Gobierno de EE.UU. en cuanto a los errores que cometieron anteriormente, en cuanto al apoyo a la autoproclamación del exdiputado Juan Guaidó”, señaló Julio Chávez, legislador del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en una entrevista concedida a la agencia rusa de noticias
Chávez se refería así al comunicado conjunto publicado recientemente por el bloque europeo y la Casa Blanca, en el que ambos se comprometían a apoyar un “resultado negociado” entre el Ejecutivo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y la oposición, que lleve a la celebración de unas elecciones “libres y justas” en Venezuela.
Tras resaltar que todo apunta a que los europeos y los estadounidenses buscan la manera sutil de distanciarse de su hasta ahora protegido por vías diplomáticas —a quien en 2019 decidieron reconocer como presidente interino de Venezuela—, el político precisó que esta situación es bastante rocambolesca por el hecho de que Guaidó nunca ejerció las funciones encomendadas por estos actores extranjeros.
“Prácticamente en una situación de ridiculez, puesto que esa persona [Guaidó] en ningún momento ejerció la autoridad como presidente, se dedicó precisamente a violar el derecho internacional y afectó la imagen de la UE a partir de una acción fallida”, sostuvo.
El parlamentario consideró que, con este tipo de declaraciones, se demuestra que ambas partes siguen queriendo inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela, no sin antes alertar de que la UE y el Gobierno estadounidense están aprovechando las próximas elecciones regionales del 21 de noviembre para ejercer presiones sobre Caracas, pero en un tono más diplomático.
De hecho, diversos son los países y organizaciones que han retirado su respaldo a Guaidó, líder opositor de la derecha extremista que se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela en enero de 2019, con el apoyo de la entonces Administración de EE.UU., presidida por Donald Trump, con el único objetivo de derrocar, en vano, al Ejecutivo de Maduro.