El 14 de junio, las fuerzas de seguridad de Myanmar supuestamente incendiaron una aldea.
El incidente se produjo luego de enfrentamientos con la oposición, dejando al menos dos ancianos quemados hasta la muerte, según varias personas que vivían en el pueblo.
Las noticias de la violencia presuntamente cometida por los militares se produjeron mientras continuaban las protestas contra el golpe del 1 de febrero, con decenas de manifestantes en motocicletas realizando una huelga al amanecer en el estado de Kachin y cientos de personas marchando en el municipio de Hpakant en la región de Sagaing, así como en Dawei en Región de Tanintharyi.
La televisión estatal MRTV dijo que el incendio en Kin Ma, una aldea de unas 800 personas en la región de Magway, fue causado por «terroristas» y que los medios que informaron lo contrario estaban «conspirando deliberadamente para desacreditar a los militares».
Todo lo que quedaba de Kin Ma eran unas 30 casas, con unas 200 reducidas a pilas de cenizas y ladrillos, según varios aldeanos que hablaron con Reuters y enviaron fotografías.
Una persona no identificada que vivía en la aldea dijo que creía que las tropas estaban buscando miembros de una fuerza de defensa de la aldea que se había establecido para proteger contra las tropas de la junta y la policía. La mayoría de estas fuerzas locales están armadas de forma muy ligera con rifles de caza caseros.
La fuerza de defensa de la aldea advirtió a los residentes antes de que llegaran las tropas, por lo que solo cuatro o cinco personas quedaron en la aldea cuando comenzaron a registrar casas por la tarde. Cuando no encontraron nada, comenzaron a prender fuego a las casas, dijo.
“Hay algunos bosques cerca de nuestro pueblo. La mayoría de nosotros huimos a los bosques”, dijo.
El aldeano dijo que creía que hubo tres bajas, un niño que era pastor de cabras al que le dispararon en el muslo y una pareja de ancianos que no pudo huir. Creía que la pareja había muerto, pero varios informes de los medios dijeron que estaban desaparecidos.
MRTV dijo que 40 «terroristas» incendiaron una casa en Kin Ma, provocando un incendio que se extendió a 100 de las 225 casas de la aldea.
La Asociación de Asistencia a Presos Políticos, un grupo de derechos humanos, dice que las fuerzas de seguridad han matado a unos 865 civiles desde el golpe, aunque los militares cuestionan la cifra.
El ejército quemó muchas aldeas de la minoría musulmana rohingya en el 2017 en una brutal campaña de contrainsurgencia en el estado occidental de Rakhine que llevó a más de 700.000 personas a buscar seguridad al otro lado de la frontera en Bangladesh.
Existe un prejuicio generalizado contra los rohingya y pocos en Myanmar protestaron por el trato que les dio el ejército.