Moscú y Pekín, que enfrentan la confrontación de Occidente, no ven otra opción que seguir mejorando su alianza independientemente del resultado de la cumbre ruso-estadounidense en Ginebra, dijo Shi Yinhong, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Renmin en Pekín, al periódico South China Morning Post.
«En el clima actual, China y Rusia no tienen más remedio que fortalecer su cooperación estratégica, militar y diplomática», dijo el analista. Según él, la OTAN y el G7 habían provocado más antagonismo entre Estados Unidos y Rusia con su comunicado, y las conversaciones de Ginebra harían poco para cambiar eso.
«Biden quiere reiterar la postura de línea dura de Estados Unidos cuando va a Ginebra», dijo Shi. El experto cree que el control de armas será un tema central después de que las dos partes acordaron en enero extender el tratado New Start que limita las armas nucleares. «Quizás hablen de medidas para prevenir el deterioro del control de armas».
Según Lu Xiang, experto en asuntos estadounidenses de la Academia China de Ciencias Sociales, Washington podría intentar aliviar las tensiones haciendo concesiones sobre el gasoducto “Nord Stream 2” de Rusia a Alemania, a lo que Estados Unidos se ha opuesto firmemente.