El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China dijo que cualquier intento de frenar el desarrollo del país está «condenado al fracaso».
China se opondrá de manera más decisiva a la interferencia externa en los asuntos de China y Hong Kong, y cualquier intento de frenar el desarrollo del país está «condenado al fracaso». Así lo anunció el miércoles el nuevo jefe de la comisaría del Ministerio de Relaciones Exteriores de China en esta región administrativa especial, Liu Guangyuan.
«Cualquier intento de interferir en los asuntos internos de China o contener su desarrollo está condenado al fracaso», dijo el diplomático en un seminario que marca el centenario de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCh).
Señaló que la ley recientemente aprobada para contrarrestar las sanciones extranjeras en la República Popular China «procede de la urgente necesidad de luchar contra el hegemonismo y la política de la fuerza».
«No se debe infringir la dignidad y los derechos legítimos del pueblo chino, y no se puede detener la tendencia histórica hacia una gran renovación de la nación china bajo el liderazgo del PCCh», agregó el representante especial del Ministerio de Relaciones Exteriores.
A su vez, la jefa de la administración local Carrie Lam, hablando en el mismo evento, destacó que la aprobación el verano pasado de la ley para garantizar la seguridad nacional en Hong Kong «restableció efectivamente la estabilidad en la sociedad, y la reforma para mejorar el sistema electoral garantizará el principio: «los patriotas gobiernan Hong Kong».
«Estas dos iniciativas clave demuestran plenamente la determinación inquebrantable del gobierno central y el PCCh de defender el principio de un país, dos sistemas y contribuirán en gran medida a garantizar la prosperidad y estabilidad a largo plazo de Hong Kong», dijo.