El ex maestro de espías dijo anteriormente que Israel está listo para eliminar a las personas que «constituyen una capacidad que pone en peligro a los ciudadanos de Israel».
Teherán criticó al ex jefe del Mossad, Yossi Cohen, por «amenazar a los científicos nucleares iraníes» después de que explicara cómo la inteligencia israelí había obtenido supuestamente información clasificada sobre el programa nuclear de la nación.
Shahrokh Nazemi, portavoz de la misión de Irán ante las Naciones Unidas, acusó a Israel de «sabotaje criminal» por atacar instalaciones nucleares en todo el país.
«Esta anarquía ha llegado a un punto en el que el ex funcionario de este régimen amenaza de forma descarada a nuestros científicos nucleares con la muerte», dijo Nazemi. «Esta locura no debe tolerarse».
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Al mismo tiempo, el embajador de Teherán ante la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Kazem Gharibabadi, destacó que los ataques de Israel «no solo serán respondidos de manera decisiva, sino que ciertamente no dejarán a Irán otra opción que reconsiderar sus medidas de transparencia y política de cooperación».Las declaraciones se producen después de que Cohen detallara una operación del Mossad de 2018, en la que agentes aparentemente se infiltraron en un complejo nuclear iraní y abrieron 32 cajas fuertes que supuestamente contenían documentos secretos iraníes.
Los documentos, supuestamente tomados por los agentes, fueron presentados posteriormente por el primer ministro Benjamin Netanyahu en abril como «prueba» de los planes de la República Islámica para crear armas nucleares. Irán ha negado sistemáticamente las afirmaciones israelíes de que busca obtener armas de destrucción masiva.
Múltiples informes de los medios han sugerido que el Mossad estuvo detrás del asesinato del principal científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh a fines de noviembre de 2020. Según The Jewish Chronicle, citando fuentes de inteligencia anónimas, «el golpe de alta tecnología» fue orquestado por un equipo de espías de más de 20 agentes, incluidos ciudadanos israelíes e iraníes, que llevaron a cabo una emboscada en Fakhrizadeh tras una prolongada y «meticulosa» operación de vigilancia.
Según los informes, los miembros del equipo utilizaron una pistola de control remoto de última generación, que incluía una bomba de pequeño tamaño para permitir que la pistola de alta precisión se autodestruyera.
Las fuentes afirmaron que el arma era tan precisa que ni la esposa de Fakhrizadeh ni ningún miembro de su equipo de seguridad resultaron heridos en el ataque, en el que una descarga de 13 balas mutó al científico.
El asesinato de Fakhrizadeh el 27 de noviembre de 2020 exacerbó aún más las tensiones entre Teherán y la alianza estadounidense-israelí. Altos funcionarios iraníes, incluido el presidente Hassan Rouhani y el ministro de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif, acusaron de inmediato a Tel Aviv del ataque, mientras que el liderazgo israelí permaneció en silencio sobre el asunto.