Proyecto nuclear de Bolivia con Rosatom de Rusia es el único para toda América Latina


Bolivia está reviviendo proyectos que quedaron en pausa tras el golpe de Estado de noviembre de 2019. Junto con el reinicio de su ambicioso programa de litio, el país continúa la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo de Tecnología Nuclear (CNTRD) en El Alto.

El 4 de junio, el ministro boliviano de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina Ortiz, se reunió con altos directivos de la corporación estatal de energía atómica Rosatom durante su visita oficial a Rusia. Discutieron los avances que se habían logrado hasta la fecha en la implementación del esfuerzo conjunto CNTRD y proyectaron que las operaciones de su primer componente, el Centro de Irradiación Multipropósito (MIC), comenzarían antes de fines de 2021.

Energía nuclear pacífica y desarrollo económico

El 19 de septiembre de 2017, la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN) y JSC GSPI firmaron el contrato de ingeniería, adquisiciones y construcción (EPC) para la construcción CNTRD en El Alto, que opera bajo los auspicios de Rusatom Overseas — la empresa de Rosatom responsable de la comercialización y promoción internacional de centros de ciencia y tecnología nucleares.

«El proyecto CNTRD es un proyecto único no solo para Bolivia, sino también para toda América Latina», dijo a los periodistas Mikhail Ledenev, jefe de la embajada rusa, el 24 de marzo de 2021. «Dichos centros tienen como objetivo mejorar la colaboración en I + D y atraer científicos de todo el mundo ayudando a resolver los desafíos globales «.

De acuerdo con el proyecto, el centro innovador estará equipado con «un reactor de investigación VVER de 200kW, un centro de irradiación multipropósito basado en una instalación gamma, un complejo de radiofarmacia ciclotrónica, instalaciones de ingeniería y varios laboratorios de investigación» para las necesidades de la salud, la agricultura , industria y muchos otros sectores de la economía de Bolivia. Por lo tanto, se espera que el centro sea fundamental para combatir las enfermedades oncológicas, así como para aumentar la vida útil de los productos alimenticios del país y garantizar su seguridad y calidad.

Además, el esfuerzo conjunto genera nuevos empleos para la población del país: «El 100 por ciento del personal a cargo de la construcción es boliviano», señaló el cónsul ruso en Bolivia, Iakov Fedorov, a fines de enero de 2021 según lo citado por EA Bolivia, una estación de radio de El Alto. «La tecnología es rusa, pero la mano de obra es de este país».

«Las empresas de construcción bolivianas están involucradas activamente en el proceso de construcción de la CNTRD», dijo a la prensa Alexey Altynov, vicepresidente de JSC Rusatom Overseas, este mes de marzo. «Por ejemplo, hay más de 300 ciudadanos bolivianos trabajando actualmente en el sitio».

Las instalaciones de las fases 1 y 2 se entregarán al cliente en otoño de 2021, según Altynov, mientras que las fases 3 y 4 del proyecto, es decir, la construcción y equipamiento de laboratorios de I + D, así como la construcción de un reactor de investigación, están Se espera que se complete en 2024.

Programa Nuclear de Bolivia
El presidente de Bolivia, Evo Morales, había considerado durante mucho tiempo lanzar el programa nuclear soberano del país. En octubre de 2010, anunció un acuerdo con Teherán para utilizar la tecnología de Irán para construir una planta de energía nuclear en Bolivia. La Paz también firmó acuerdos nucleares con Francia y Argentina y obtuvo el apoyo de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Sin embargo, parece que la decisión final se tomó en 2015. El 29 de octubre de 2015 Morales declaró que el país construiría un complejo nuclear en El Alto, en un sitio de 20 hectáreas (50 acres) ubicado a 4.000 metros sobre el nivel del mar, con Tecnología rusa y ayuda de Argentina. Precisó que el proyecto costaría 300 millones de dólares y disipó las críticas de la oposición enfatizando que el esfuerzo atómico no representa una amenaza ambiental. «No contamina el suelo, el agua o el aire», dijo a sus críticos.

El gobierno boliviano se tomó muy en serio sus nuevas responsabilidades relacionadas con el programa atómico. En septiembre de 2019, Bolivia se adhirió a dos tratados de seguridad nuclear, a saber, la Convención sobre Seguridad Nuclear y la Convención Conjunta sobre Seguridad en la Gestión del Combustible Gastado y sobre Seguridad en la Gestión de Desechos Radiactivos. Inicialmente se planeó que el primer centro nuclear boliviano entrara en funcionamiento en 2022.

Mientras tanto, Bolivia y Rosatom de Rusia continuaron ampliando la cooperación. El 11 de julio de 2019, el Ministerio de Energías de Bolivia y la organización estatal rusa firmaron un Memorando de cooperación en el campo del desarrollo de proyectos industriales e investigación en la industria del litio. Al estar ubicada en el Triángulo de Litio de América Latina, Bolivia está asentada sobre uno de los depósitos más grandes del metal alcalino en el continente.

El derrocamiento de Morales en 2019 paralizó audaz proyecto nuclear
En un giro repentino del destino, los proyectos ruso-bolivianos quedaron en pausa luego de las elecciones generales de octubre de 2019 en el país andino. Tras las protestas y las acusaciones infundadas de fraude electoral, el gobierno de Morales fue derrocado en noviembre de 2019. El gobierno de facto de Jeanine Anez comenzó a revisar los programas económicos del país y las alianzas extranjeras.

El 12 de febrero de 2020, la agencia nuclear boliviana, ABEN, declaró que el país suspendía un proyecto conjunto con la rusa Rosatom sobre la construcción de una instalación de investigación nuclear en El Alto.

«Hubo una orden para suspender la construcción de un centro de investigación nuclear hasta que el parlamento y la fiscalía se hayan pronunciado sobre el asunto», dijo en un comunicado Juan Alfredo Jordan, director general de la agencia, alegando que el gobierno de Morales violó la política del país. constitución tomando una decisión sin la aprobación del parlamento.

La noticia salió de la nada, ya que Rosatom no recibió ninguna notificación oficial de la agencia nuclear boliviana de que el proyecto había sido suspendido, según representantes de la empresa.

Sin embargo, el gobierno de Anez gobernó durante poco menos de un año, sumido en una controversia política y sometido a fuertes críticas de los socialistas bolivianos por la persecución política y el mal manejo de la pandemia de COVID.

Finalmente, las elecciones anticipadas de octubre de 2020 en el país fueron ganadas por el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) y exministro de Finanzas Luis Arce. Una vez inaugurado, Arce comenzó a restaurar el legado de Morales, incluido el proyecto conjunto CNTRD con Rusia que abrió la puerta a las innovaciones y un mayor desarrollo económico del estado andino.

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