Los fiscales franceses buscan una pena de 18 meses de cárcel para Damien Tarel, el hombre que abofeteó al presidente del país, Emmanuel Macron. El acusado también enfrenta otras sanciones, incluida la prohibición de votar.
El sospechoso de 28 años compareció ante el tribunal el jueves. Las audiencias son muy aceleradas, y se producen solo dos días después del incidente de la bofetada. Tarel está acusado de agresión a un funcionario público, con un delito que conlleva un máximo de tres años de cárcel y una fuerte multa de hasta 45.000 euros.
Los fiscales, sin embargo, han pedido al tribunal que le imponga a Tarel una pena real de cárcel de 18 meses en lugar de imponerle una multa, así como que le imponga otras penas.
«No estoy pidiendo una multa, pero les estoy pidiendo que consideren imponerle una prohibición permanente de ocupar cargos públicos», dijo un fiscal al tribunal citado por BFM TV.
También se pidió al tribunal que prohibiera al hombre votar durante cinco años, así como que le prohibiera poseer armas de fuego durante el mismo período.
Horas antes, el acusado explicó que sus acciones tenían motivaciones políticas y le dijo a la corte que Macron, en su opinión, encarnaba la «decadencia» de Francia, y que el ataque furtivo era la única forma de llegar al presidente.
«Creo que Macron representa muy claramente la decadencia de nuestro país», dijo a la corte. «Si hubiera desafiado a Macron a un duelo al amanecer, dudo que hubiera respondido».
El incidente de la bofetada ocurrió el martes, cuando Macron visitaba el departamento de Drome en el sureste de Francia. El presidente se acercó a una multitud de espectadores en la aldea de Tain-l’Hermitage, aparentemente tratando de estrechar la mano de la gente, mientras se acercaba directamente al sospechoso.
Tarel sostenía a Macron con una mano mientras lo abofeteaba con otra, imágenes del incidente que inmediatamente se volvieron virales. El sospechoso también gritó el lema realista “Montjoie Saint Denis” y “Abajo el macronismo” mientras abofeteaba al presidente.
La seguridad de Macron invadió al atacante, quien junto con otro sospechoso fue arrestado poco después. El segundo hombre no fue acusado en el asunto de las bofetadas, pero se dice que se enfrentará a la corte en 2022 por posesión ilegal de armas.