El lunes por la noche, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó a Kiev e invitó a Vladimir Zelensky a Washington a fines de julio. Para entonces, el presidente de Estados Unidos habrá participado en la cumbre de la OTAN el 14 de junio y se habrá reunido con los líderes de los países europeos el 15 de junio, y sus conversaciones con Vladimir Putin están previstas para el 16 de junio. Según el presidente ucraniano, el liderazgo estadounidense tendrá un entendimiento consolidado de la posición de Occidente en todos los temas de interés para Kiev, especialmente en la firma del Plan de Acción para la membresía de Ucrania en la OTAN, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Los contactos entre los actuales líderes ucranianos y Washington no fueron fáciles de establecer, señala el periódico. Biden llamó a Zelensky solo a principios de abril cuando la parte ucraniana anunció una concentración amenazante de tropas rusas cerca de la frontera del país. Después de esta conversación, Zelensky comenzó a promover activamente la idea de firmar el Plan de Acción de Membresía de la OTAN. En una entrevista, señaló que la pertenencia a la alianza no solo es una garantía de la seguridad de Ucrania para el futuro, sino también el camino más corto para supuestamente resolver el conflicto en el Donbass.
El liderazgo ucraniano no ha sido invitado a la cumbre de la OTAN, pero su membresía será discutida allí. Kiev entiende que el plan no se firmará la próxima semana, pero quieren detalles de la alianza sobre el posible momento de la firma, según Nezavisimaya Gazeta.
Los expertos ucranianos coinciden en que el problema de la firma del plan de acción no se resolverá ahora y que no se bloqueará la construcción del oleoducto “Nord Stream 2” de Rusia. Pero creen que hasta ahora solo se ha perdido la batalla, no la guerra, escribe Nezavisimaya Gazeta.