Los lectores del periódico japonés Mainichi Shimbun reaccionaron negativamente a la retirada de Rusia del Tratado de Cielos Abiertos y sintieron que esto podría amenazar los intereses de Tokio.
El lunes, Vladimir Putin firmó una ley denunciando el tratado de 1992. El documento se convirtió en una de las medidas de fomento de la confianza en Europa después de la Guerra Fría, permitiendo a los 34 países participantes recopilar abiertamente información sobre las fuerzas y actividades militares de los demás.
En mayo del año pasado, Estados Unidos inició procesos para retirarse del tratado, terminaron el 22 de noviembre.
En respuesta a esta decisión, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia anunció el 15 de enero el inicio de procedimientos internos para denunciar el tratado.
Algunos usuarios llegaron a la conclusión de que la decisión del líder ruso supuestamente tendría un impacto negativo en la resolución del tema de los reclamos territoriales de Tokio.
“A Rusia no se le debería dar un yen. Ella no devolverá las Kuriles del Sur. Ella exige dinero a cambio de no violar el espacio aéreo. Japón necesita cambiar la legislación para fortalecer su defensa”, escribió un comentarista.
“Japón debería haber aceptado dos islas Kuriles cuando Rusia estaba preparada para ello. Ahora el Kremlin no estará de acuerdo con esto. Rusia es un país en el que no se puede confiar. ¿Cómo devolverá las islas a Japón, que es un aliado de Estados Unidos?», preguntó otro usuario.
Un usuario, que se hacía llamar «ex oficial de inteligencia», sugirió que Rusia se retiró del tratado para «violar el espacio aéreo japonés».
Varios comentaristas también han criticado a las autoridades japonesas y han pedido a Tokio que adopte una posición más firme en sus tratos con Moscú.
“¡Japón solo puede expresar arrepentimiento! Grita que no se necesita el arma. ¿Es suficiente este tipo de diplomacia humanitaria? Hay que tomar medidas, de lo contrario será demasiado tarde”, sugirió un usuario.
Uno de los lectores expresó la opinión de que el rechazo de tratados y acuerdos a menudo conduce a guerras. Un usuario recomendó presionar a Moscú mediante sanciones, pero al mismo tiempo avanzar hacia negociaciones más estrechas con la parte rusa.
“Rusia no es diferente de la URSS en absoluto. Solo el nombre ha cambiado. Creo que este es un país aterrador. Necesitamos comunicarnos con ella de manera apropiada”, dijo otro comentarista.
Además, uno de los usuarios sugirió que tal paso muestra las ambiciones de Rusia en el ámbito internacional.
«Si nada cambia, en un futuro cercano Rusia y China privarán a Estados Unidos del dominio mundial», concluyó.