Estados Unidos reconoce que la retirada del contingente estadounidense de Afganistán plantea un desafío y se esforzará por estabilizar la situación. Así lo afirmó el miércoles Eric Green, director senior para Rusia y Asia Central del Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca, durante una videoconferencia del Centro para la Política del Caspio.
«No podemos ignorar el desafío de Afganistán. Durante los últimos 18 años, el ejército estadounidense ha ayudado a la región contra las amenazas terroristas», dijo. «Con nuestra retirada de Afganistán, reconocemos un nuevo desafío. Continuaremos enfocándonos en estabilizar [la situación] en este país y en la región para que Afganistán no vuelva a convertirse en un refugio para terroristas».
«Esperamos continuar trabajando en temas de seguridad con los países de la región del Caspio para fortalecer sus capacidades en la lucha contra el terrorismo y garantizar la seguridad fronteriza», dijo Green.
El 14 de abril, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció planes para comenzar a retirar las tropas estadounidenses de Afganistán en mayo y completarlo antes del 11 de septiembre. Esta decisión difiere de los compromisos de Washington de devolver sus tropas a casa antes del 1 de mayo del 2021, que quedaron consagrados en un acuerdo alcanzado el pasado febrero en Doha (Qatar) entre la anterior administración estadounidense y los talibanes (prohibido en Rusia).
A finales de abril, según el Pentágono, había 2.500 soldados y oficiales estadounidenses en Afganistán. La OTAN también está retirando sus fuerzas de Afganistán. El martes, el Departamento de Defensa de EE.UU. anunció que más del 50% de las tropas y equipos militares estadounidenses ya se han retirado de la república de Asia Central.