Presidente Putin critica a los países que no aprobaron las vacunas de Rusia contra el Covid por motivos políticos


El presidente enfatizó que Rusia está lista para impulsar la producción de vacunas e invitó a invitados extranjeros a recibir las vacunas contra el coronavirus.

Vladimir Putin ha criticado la prohibición de las vacunas COVID rusas en algunos países a pesar de que las inyecciones demuestran su eficacia, y enfatizó que tales restricciones son absurdas y tienen motivaciones políticas.

«Permítanme recordarles que la vacuna rusa es reconocida como la más segura y efectiva. La efectividad es superior al 96%. Y según nuestras autoridades reguladoras, no hay muertes por el uso de la vacuna», dijo Putin en su discurso en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF).

Sugirió que algunos países no parecen estar interesados ​​en proteger a sus propios ciudadanos contra la pandemia.

El presidente ruso también agregó que solo el 10 por ciento de la población mundial ha recibido sus inyecciones anti-COVID, y señaló que cientos de millones no tienen acceso a ninguna vacuna.

Al mismo tiempo, Putin subrayó que el mundo se está recuperando después de la crisis económica provocada por la pandemia del año pasado.

Batalla política contra las vacunas
Sputnik V, que fue la primera vacuna registrada oficialmente contra el nuevo coronavirus en el mundo, ha sido certificada en 66 países que cubren a más de 3 mil millones de personas, lo que demuestra una eficacia de más del 91,6%.

Sin embargo, la vacuna ha encontrado varios obstáculos, que Moscú considera parte de una batalla política, extremadamente inapropiada en medio de una pandemia mundial.

La Agencia Europea de Medicamentos ha estado revisando el Sputnik V desde el 4 de marzo y aún debe dar una respuesta. Algunos países de la UE, como Eslovaquia y Hungría, ya han aprobado el medicamento ruso sin esperar la autorización de la EMA, mientras que Bavaria ha realizado un pedido preliminar para posibles entregas cuando finalmente se certifique la vacuna.

Sin embargo, los desarrolladores de la vacuna chocaron con el regulador de salud de Brasil, Anvisa, ya que retrasó la autorización del medicamento y prohibió su importación por parte de las autoridades regionales. Esto resultó en una gran protesta y una demanda legal por difamación, ya que los desarrolladores de Sputnik V acusaron a la agencia brasileña de difundir información falsa sobre la vacuna.

Fuente