Organizaciones sociales denuncian que la Policía utiliza una estación de autobuses en Bogotá, capital de Colombia, como centro de tortura de manifestantes.
De acuerdo con informes locales, algunos vecinos y organizaciones sociales han informado este jueves al Comité de Seguimiento de Derechos Humanos del Concejo de Bogotá que han escuchado gritos de varias personas provenientes de la estación de autobuses del Portal Las Américas, que forma parte de un sistema multimodal de transporte masivo, denominado TransMilenio.
En este sentido, el concejal de la zona Los Verdes, Diego Cancino, ha manifestado a la agencia española de noticias EFE que, “lo más probable es que los policías, el Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios) que los estaba llevando adentro, les produjesen graves maltratos físicos y torturas”.
Cabe indicar que después de la visita de los concejales a la zona y buscar información de TransMilenio, esta empresa aseveró que la Policía había detenido ilegalmente la noche de 3 al 4 de mayo a diez personas, nueve hombres y una mujer, aunque “no se tiene conocimiento si los hechos que lo produjeron tuvieron lugar al interior de las instalaciones”, añadió.
Además, las organizaciones sociales han denunciado que policías han abusado sexualmente de varios manifestantes como una forma de tortura sistemática.
No es la primera vez que denuncian violaciones de los derechos humanos en Colombia. De hecho, desde el comienzo de las protestas, el 28 de abril, se han informado de diversos casos de torturas que, según la Fiscalía, han dejado al menos 20 muertos, y 74, conforme denuncia la ONG Temblores que atribuye 45 a la violencia policial.
Colombia vive un estallido social desde hace más de un mes, las cuales tienen su origen en medidas económicas aprobadas y retiradas a posteriori por el Ejecutivo neoliberal del presidente Iván Duque.
El Gobierno colombiano para sofocar las movilizaciones en todo el país ha recurrido al uso excesivo e innecesario de la fuerza por parte de policías y militares, lo ha provocado tristes episodios de violencia que registran las cámaras de los reporteros que cubren tales manifestaciones.