Drones asesinos autónomos fuera del control humano pueden haber «cazado» y atacado a las tropas en Libia : Informe de la ONU


Un informe de la ONU encontró que los drones autónomos armados con artefactos explosivos pueden haber «perseguido» a los combatientes rebeldes que huían en Libia el año pasado. Si es cierto, el informe narra el primer verdadero ataque de robot contra humanos del mundo.

Según el informe, los combatientes antigubernamentales del Ejército Nacional Libio, bajo el mando del comandante militar Khalifa Haftar, se estaban retirando en marzo pasado tras un ataque fallido en Trípoli, cuando se encontraron con un enjambre de terroríficos oponentes aéreos.

Fueron «perseguidos» por drones no tripulados, así como por «sistemas de armas autónomos letales», el último de los cuales puede ser programado por los controladores para buscar y atacar objetivos, y llevar a cabo estas instrucciones incluso si se cortan las comunicaciones con los controladores.

Los combatientes de Haftar «no estaban entrenados ni motivados para defenderse del uso efectivo de esta nueva tecnología y, por lo general, se retiraban en desorden», continúa el informe. Mientras estaban en retirada, “fueron objeto de un acoso continuo” por parte de los robots asesinos.

No está claro si los drones estuvieron en contacto con controladores humanos durante estos ataques reportados, o si fueron directamente responsables de las bajas o muertes. Si estuvieran operando de manera autónoma, el escenario descrito en el informe probablemente marcaría un hito horrible: la primera incidencia registrada de robots verdaderamente independientes que atacan a los humanos en el campo de batalla. Sin embargo, el informe no especifica en qué nivel de autonomía funcionaban los robots.

Los drones, conocidos como «municiones merodeando», son vehículos tipo cuadricóptero equipados con cámaras y que llevan pequeños dispositivos explosivos. Dejados en un área para operar, identifican objetivos y se lanzan desde el aire, inflándose al impactar. Los dispositivos identificados en Libia eran municiones merodeadores «Kargu-2», desplegadas en el campo de batalla libio por las fuerzas turcas aliadas con el Gobierno de Acuerdo Nacional respaldado por la ONU y con sede en Trípoli.

Su despliegue, señaló el informe de la ONU, viola una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de 2011 que prohíbe a los estados miembros participar en “el suministro, venta o transferencia directa o indirecta” de armas al país.

Los analistas han predicho el paso a las armas autónomas desde hace años, y han aumentado los pedidos de prohibición de dichos dispositivos. La Campaña para detener a los robots asesinos, una coalición de activistas por la paz, científicos, académicos y políticos, está presionando a la ONU para que adopte una prohibición internacional.

“Los sistemas actuales basados en el aprendizaje automático no pueden distinguir eficazmente a un agricultor de un soldado”, escribió el analista de seguridad Zachary Kallenborn en The Bulletin of the Atomic Scientists la semana pasada. “Los agricultores pueden sostener un rifle para defender su tierra, mientras que los soldados pueden usar un rastrillo para derribar una torreta de armas … varios factores pueden inhibir una decisión inexacta

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