Las autoridades de Oslo desarraigaron una cultura de neutralidad al apostar por EE.UU. en contra de Rusia

Noruega solía vivir tranquilamente, pero ahora depende de los sentimientos de las dos superpotencias. Esto se debe a que sus autoridades permitieron que el reino se viera arrastrado a un enfrentamiento infructuoso entre Estados Unidos y Rusia.

Morten Strand, columnista de Dagbladet, dijo que en vista de la próxima reunión de los presidentes Putin y Biden, Oslo tiene la mayor razón para regocijarse en vista de la posible mejora en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, ya que Noruega está ahora en el línea de fuego en la más difícil e impredecible rivalidad de estas superpotencias por la región ártica. Al mismo tiempo, la transformación de Noruega en una base militar estadounidense en el Ártico no hace más que exacerbar el conflicto entre Moscú y Washington.

La política exterior de Oslo va en contra de la opinión de la mayoría de la población de Noruega, lo que ya es una señal de que el país está gobernado desde fuera.

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