La economía de Rusia podría volver a caer en una recesión en el 2022 si se intensifican los brotes de la pandemia de COVID-19 y se imponen nuevas sanciones occidentales. En un escenario tan deprimente, el Banco Mundial cree que una herramienta eficaz para reducir a la mitad la pobreza en Rusia podría ser la introducción de un Ingreso Mínimo Garantizado (GMI). La idea es aumentar el umbral de ingresos de las familias pobres, sacándolas de la pobreza, y este programa costaría alrededor del 0,33% del PIB, menos de lo que Rusia está gastando ahora. Sin embargo, Kommersant escribe que la implementación completa de GMI es poco probable en Rusia debido a los riesgos políticos de reformar el sistema de apoyo social.
En su nuevo informe, el Banco Mundial mejoró su perspectiva sobre el crecimiento del PIB de Rusia en el 2021 al 3,2% desde el 2,9%. Sin embargo, señala que incluso con un crecimiento del 3,2%, esto no será suficiente para reducir a la mitad la pobreza para el 2030 sin cambiar el sistema de apoyo social. Rusia gasta actualmente $ 30 mil millones (o el 3% del PIB), tres veces más que la brecha entre la línea de pobreza y los ingresos promedio de las familias pobres (sin tener en cuenta los beneficios sociales). El Banco Mundial señala que «muchos países logran el mismo resultado en la reducción de la pobreza gastando la mitad o un tercio menos». A diferencia de otros países, el sistema de redes sociales en Rusia no prioriza la erradicación de la pobreza (solo afectó al 10% de las familias pobres en el 2018) y se centra en respaldar a determinadas categorías de ciudadanos. Según el Banco Mundial, «al dar efectivo a familias de bajos ingresos con alta propensión al consumo, crece el consumo interno, generando grandes efectos multiplicadores».
Mientras tanto, el gobierno ruso difícilmente renunciará a este principio de categoría, incluso cuando introduzca nuevas medidas. Por ejemplo, el proyecto del Ministerio de Trabajo sobre el pago de beneficios a las familias con hijos en función de sus ingresos tuvo que suavizarse principalmente debido a la reacción del público. Sin embargo, el enfoque del Banco Mundial se está implementando gradualmente en Rusia gracias a la conjugación de datos sobre los ingresos de los ciudadanos y las medidas de apoyo que reciben.