Centrales sindicales y movimientos sociales en Brasil protestarán hoy en esta capital frente al Congreso Nacional para exigir una vacunación masiva contra la Covid-19 y continuar la lucha contra el hambre.
Al citar a los organizadores, el portal de noticias Rede Brasil Atual indicó que en la movilización también se abogará por un mayor valor de la ayuda de emergencia (anteriormente de 600 reales (108 dólares) y ahora de 150 (27).
En la jornada, las entidades donarán tres toneladas de alimentos a los recolectores de material reciclable. Tal entrega será en forma de 600 cestas, con al menos 16 artículos en cada una.
La manifestación será presencial, pero los coordinadores aseguraron que no habrá aglomeraciones y se respetarán los protocolos sanitarios.
‘Por respeto a la vida, a la ciencia y a las familias de casi medio millón de personas que han muerto a causa del covid-19 y como consecuencia del negacionismo y la incompetencia del gobierno’, reza en la convocatoria.
Bautizado 26M, el acto es en defensa del socorro de emergencia, ‘para vacuna en el brazo y comida en el plato’.
También se hará una donación en forma de 600 cestas de alimentos, con al menos 16 artículos en cada una.
Además, las centrales entregarán en el Parlamento una ‘agenda legislativa’ con temas de interés para los trabajadores.
Después de esta 26 marcha de las centrales sindicales en Brasilia, decenas de organizaciones reunidas en los frentes Brasil Popular y Pueblo sin Miedo reacomodan la 29 para el sábado.
Tal fecha marcará el regreso de los movimientos sociales y populares a las manifestaciones callejeras con actividades programadas en todo el país.
Los dirigentes solicitaron una audiencia con los presidentes de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y del Senado, Rodrigo Pacheco, para entregarles el documento, elaborado junto con el Departamento Intersindical de Asistencia Parlamentaria.
‘Las personas están pasando hambre. El costo de la vida aumentó, los precios de los alimentos y la gasolina subieron, y las ayudas de emergencia se redujeron. Una gran tragedia’, denunció el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Sérgio Nobre.
Calificó de crimen aún mayor que el Gobierno de Jair Bolsonaro redujera el número de personas a recibir este beneficio durante la crisis sanitaria por la Covid-19 que cobró más de 450 mil muertes y 16 millones contagios.
El auxilio ahora resulta ‘indispensable para evitar que aún más brasileños pasen hambre y que el país se enfrente a una convulsión social’, subrayó Nobre.