La sesión anual de la Asamblea Mundial de la Salud comenzó en Ginebra en formato en línea, con un enfoque especial en la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la disputa sobre el acceso a las vacunas desencadenó desacuerdos no solo entre el mundo en desarrollo y el desarrollado, sino también entre los países occidentales, informa Nezavisimaya Gazeta. La situación también se ve agravada por la campaña de Washington que busca demostrar que el virus apareció por primera vez en un laboratorio en Wuhan, China.
Durante la sesión, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a los países productores de vacunas que entreguen voluntariamente su tecnología y patentes a otros estados, en primer lugar a los países en desarrollo. El presidente chino, Xi Jinping, dijo que Beijing aprobó la transferencia de tecnología de los productores de vacunas chinos a los estados en desarrollo. Por su parte, la administración de EE.UU. también acordó anteriormente renunciar a los derechos de propiedad intelectual para las vacunas contra el COVID-19. La decisión final se tomará a finales de año durante las conversaciones dentro de la Organización Mundial del Comercio.
Si no se llega a un acuerdo sobre este y otros temas, la OMS corre el riesgo de convertirse en «un tigre de papel», señalan los medios de comunicación suizos citados por Nezavisimaya Gazeta. Esta opción no está descartada, dadas las tensiones entre China y Washington, con la inteligencia estadounidense enviando un informe inédito al Wall Street Journal, que afirma que en noviembre del 2019, tres investigadores que trabajaban en el Instituto de Virología de Wuhan enfermaron gravemente y fueron llevados al hospital. Sin embargo, el informe no prueba que los investigadores estuvieran infectados con el nuevo coronavirus.
Muchos virólogos piensan que el virus comenzó a circular por primera vez en Wuhan en noviembre del 2019. Beijing informa que el primer caso oficial de COVID-19 se registró el 8 de diciembre. Sin embargo, el Instituto de Virología de Wuhan no proporcionó a la delegación de la OMS que visitó Wuhan en enero-febrero sobre el trabajo del instituto con murciélagos y los dosieres de seguridad de la investigación. Esto les da a algunos expertos razones para afirmar que el virus «escapó» del laboratorio de alguna manera, dice el documento.
Mientras tanto, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo que los informes de tres empleados del Instituto de Virología de Wuhan que se enfermaron en noviembre del 2019 no son ciertos. Beijing también recordó que la delegación de la OMS consideró que la versión sobre el virus que se escapó del laboratorio era muy poco probable.
En este sentido, el jefe del Departamento de Relaciones Internacionales de la Escuela Superior de Economia, Alexander Lukin, dijo a Nezavisimaya Gazeta: «Creo que la OMS, que no recibió todos los documentos necesarios, puede solicitar una investigación adicional y documentos adicionales. Los chinos se negarán a proporcionarlos, y así es como terminarán las cosas. Sin embargo, los estados hostiles continuarán criticando a China. Lo que es extraño es que tanto especialistas estadounidenses como británicos cooperaron con el laboratorio de Wuhan. Por qué China se niega a dejarlos entrar al laboratorio y entregarles documentos es completamente confuso», reflexionó.