El presidente ruso, Vladimir Putin, invitó a su homólogo kirguís, Sadyr Japarov, a realizar una visita de trabajo a Rusia el 24 de mayo. Los jefes de estado intercambiarán puntos de vista sobre los problemas regionales, incluido el fortalecimiento de la estabilidad en la frontera entre Kirguistán y Tayikistán, dijo el servicio de prensa del Kremlin. Según Nezavisimaya Gazeta, uno de los principales temas que se debatirán en la reunión entre Putin y Japarov en Sochi será sin duda la situación en la frontera entre Tayikistán y Kirguistán, cuando a finales de abril murieron 55 personas en ambos lados y más de 300 resultaron heridas.
«Rusia está interesada en resolver la situación en la frontera entre Kirguistán y Tayikistán, ya que cualquier escalada del conflicto podría tener consecuencias humanitarias y políticas impredecibles para Asia Central y plantear riesgos para la seguridad nacional de Rusia», dijo Alexander Vorobyev, investigador del Centro de Estudio de Asia Central y el Cáucaso del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, en una entrevista con el periódico.
Señaló que Rusia está dispuesta a actuar como mediadora, similar al conflicto de Nagorno-Karabaj, pero existen ciertas limitaciones.
«Dushanbe, que está en una posición más fuerte que Bishkek, todavía cree que el tema fronterizo es una cuestión de relaciones bilaterales entre Kirguistán y Tayikistán», dijo el experto. En su opinión, en tal situación, lo más probable es que Moscú «cuide» a las partes y detenga cualquier posible escalada en el futuro. Sin embargo, incluso ese escenario será mucho mejor que un conflicto abierto, enfatizó Vorobyov.