Las conversaciones entre el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, realizadas en Reykjavik, pueden considerarse exitosas en medio de un declive significativo en las relaciones entre Moscú y Washington. Esta opinión fue expresada en una conversación con un corresponsal de TASS por el director del Instituto de Investigación Nuclear de la Universidad Americana en Washington, Peter Kuznik.
«Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia han alcanzado un nivel tan bajo que incluso el mismo hecho de que Blinken y Lavrov no pelearon o intercambiaron maldiciones en esta reunión en Islandia ya debería considerarse un resultado bastante exitoso», cree.
Según el experto, dada la extrema agravación de las relaciones entre Moscú y Washington y todos los problemas acumulados, «muchos temían que se repitiera la desastrosa reunión de Blinken y [el asistente de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake] Sullivan con el consejero de Estado Wang Yi y jefe de la oficina del Comité Central del Partido Comunista de China de Asuntos Exteriores Yang Jiechi en Anchorage en marzo”. Kuznik recordó cómo Blinken inició entonces las conversaciones con acusaciones contra Pekín, a lo que recibió una respuesta extremadamente dura por parte de la delegación china.
«Lavrov advirtió de antemano que Rusia, siguiendo a China, no toleraría tales manifestaciones de arrogancia estadounidense. Blinken y Biden probablemente tomaron este mensaje», dijo el experto. «En una reunión de casi dos horas, Blinken y Lavrov describieron con calma y respeto en qué estaban en desacuerdo, pero también identificaron áreas de interés común en las que los dos países con más poder militar del mundo podrían trabajar juntos para avanzar», agregó.
Kuznik está convencido de que tal resultado de la reunión puede considerarse positivo, lo que no podría haber sido «previsto hace un mes», dada la grave agravación de las relaciones. Según él, recientemente se ha «hablado de guerra» entre el personal militar de alto rango, a pesar de que «ambas partes continúan gastando importantes sumas de dinero para modernizar sus arsenales nucleares». «Afortunadamente, se han tomado medidas en las últimas semanas para calmar la situación y enfriar la retórica», dijo.
Según Kuznik, “aunque no se lograron resultados concretos al final del encuentro, el mundo al menos puede respirar un poco de alivio, ya que los dos países que tienen derecho a vetar la continuidad de la vida en este planeta están al menos hablando y sin amenazarnos».
«Aunque la diplomacia no siempre trae los resultados deseados, la acción militar casi nunca los trae. Espero que los estadounidenses y los rusos sigan hablando, traten de entender cómo ve el mundo el lado opuesto y se den cuenta de que lo que nos une es mucho más grande y más importante, lo que nos separa», dijo el politólogo. «Y aunque nada de eso se ha observado en los últimos casi 20 años, quizás ahora haya nuevamente motivos para el optimismo, aunque, hay que reconocerlo, no tan grande», agregó.