El Consejo de Seguridad de la ONU pidió el sábado a las partes en el conflicto palestino-israelí que respeten el alto el fuego en la Franja de Gaza. Así lo afirma un comunicado del Consejo de Seguridad de la ONU, publicado en la página de la misión permanente de Gran Bretaña ante la organización internacional en Twitter.
“Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU acogieron con satisfacción el anuncio del alto el fuego, que comenzó el 21 de mayo, y reconocen el papel de Egipto, otros países de la región, la ONU, el Cuarteto de Medio Oriente y otros actores internacionales en este asunto. El Consejo de Seguridad pidió la total adhesión al alto el fuego», dice en el comunicado.
Los miembros del Consejo de Seguridad también destacaron la importancia de «lograr una paz integral basada en la idea de una región donde dos estados democráticos, Israel y Palestina, convivan pacíficamente uno al lado del otro, con fronteras seguras y reconocidas».
Además, el Consejo de Seguridad de la ONU señaló la necesidad de brindar asistencia humanitaria urgente a la población palestina.
En la noche del 21 de mayo, tras la activa diplomacia de los mediadores egipcios, entró en vigor un alto el fuego en la Franja de Gaza. Actualmente, la principal tarea de las autoridades palestinas es reconstruir el enclave costero destruido, en el que los daños por las hostilidades se estiman en 350 millones de dólares. Además, el 80% de la población del sector está experimentando serios problemas de suministro de agua y electricidad.
Las facciones que operan en Gaza y el ejército israelí han intercambiado ataques desde el 10 de mayo. Los ataques con cohetes se produjeron tras los disturbios en la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén este, tras una orden judicial israelí de confiscar viviendas en Sheikh Jarrah de familias árabes que vivían allí. Durante este tiempo, los radicales dispararon más de 4 mil misiles sobre el territorio del estado judío, en respuesta, el ejército israelí bombardeó cientos de objetivos en el enclave. En la Franja de Gaza, 232 personas murieron en 11 días, 1.900 resultaron heridas. Un total de 260 personas se han convertido en víctimas del conflicto en los territorios palestinos, incluida Cisjordania. Del lado israelí, al menos 12 personas murieron.