El Ministerio de Finanzas ruso ha emitido obligaciones dominadas en euros por valor de 1.500 millones de euros (1.800 millones de dólares), lo que marca la primera venta internacional de bonos de 2021.
«A pesar de la ampliación de las sanciones contra Rusia este año, los inversores internacionales todavía muestran suficiente interés en invertir en instrumentos de deuda rusos», dijo.
El ministerio vendió 1.000 millones de euros en un nuevo eurobono a 15 años con un rendimiento del 2,65%, y otros 500 millones en una emisión de eurobonos 2027 al 98,5% de sus precios nominales, según VTB Capital, que concertó el acuerdo junto con Grandes bancos rusos Gazprombank y Sberbank.
Según los informes, los inversores rusos compraron el 47% del bono de 2036, con el 22% asignado a compradores en Alemania y Austria, el 14% a Oriente Medio y Asia, el siete por ciento al Reino Unido y el seis por ciento a Francia. Los inversores de Rusia compraron el 65% de la emisión de 2027, mientras que los inversores de Oriente Medio y Asia compraron el 20% y los inversores franceses compraron el 11%.
El acuerdo se produce un mes después de que Estados Unidos impusiera sanciones a las ventas de deuda denominada en rublos y antes de una cumbre entre el presidente Vladimir Putin y el presidente estadounidense Joe Biden programada para el próximo mes.
La última ronda de sanciones contra Rusia prohíbe las compras directas de deuda soberana denominada en rublos rusos a partir de mediados de junio. La prohibición se suma a la restricción ya existente sobre la compra directa de eurobonos soberanos emitidos por el gobierno ruso.
A principios de esta semana, Washington renunció a las sanciones contra Nord Stream 2 AG y su CEO alemán Matthias Warnig, citando preocupaciones por los intereses nacionales estadounidenses, aunque incluyó en la lista negra a cuatro buques y cuatro entidades involucradas en la construcción del gasoducto ruso.
Las sanciones existentes contra los bonos rusos y la amenaza de nuevas medidas punitivas por parte de la Casa Blanca no han logrado disuadir el interés extranjero. Los rendimientos relativamente altos y los bajos niveles de deuda pública hacen que los bonos rusos sean atractivos para los extranjeros.
Según se informa, los no residentes poseen hasta el 54% de los eurobonos de Rusia, incluso cuando la participación de los bonos nacionales en manos de inversores extranjeros cayó del 35% el año pasado al 19% el mes pasado.