La Marina iraní ha enviado el destructor Alborz y el buque logístico Khark, el más grande del país, a alta mar en una misión de combate, reconocimiento y entrenamiento de rutina destinada a salvaguardar las rutas marítimas internacionales.
La 76a flota naval, compuesta por Khark y Alborz, salió de la ciudad portuaria sureña de Bandar Abbas el miércoles hacia aguas internacionales, luego de una ceremonia de despedida a la que asistió el segundo contralmirante Jalil Moqaddam, un alto comandante de la Armada.
Un grupo de cadetes de la Armada acompaña a la flotilla en la misión, durante la cual recibirán entrenamiento.
Al hablar en la ceremonia, Moqaddam dijo que la Armada iraní ha logrado convertir las amenazas en oportunidades y mantenerse firme frente a los enemigos, a pesar de todas las restricciones y sanciones crueles impuestas por la arrogancia global al país.
“Actualmente, otras dos flotas, una en el norte del Océano Índico y otra en el Mar Rojo, están presentes en aguas internacionales y están protegiendo los intereses de la República Islámica de Irán y las líneas navieras del país” frente a la inseguridad que buscan los enemigos. intencionalmente, agregó.
La misión también está destinada a capacitar al personal y a los jóvenes cadetes que tomarán el mando de la fuerza naval del país en el futuro, además de brindar seguridad a las líneas navieras y aumentar la eficiencia de las políticas de Irán en el mar, agregó el comandante.
En los últimos años, la Armada de Irán ha aumentado su presencia en alta mar para salvaguardar las rutas navales y brindar seguridad a los buques mercantes y petroleros.
El comandante de la Marina, el contraalmirante Hossein Khanzadi, dijo el mes pasado que los enemigos de Irán no se atreven a violar las aguas territoriales del país gracias a la poderosa presencia de las fuerzas navales del Ejército y el Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (CGRI) en aguas internacionales.
En octubre, la Armada dijo que las fuerzas navales del Ejército de Irán y el IRGC han formado una fuerte «cadena de defensa» desde el norte del Golfo Pérsico hasta el norte del Océano Índico, que está lista para responder a cualquier amenaza y acto de agresión contra el país.
Irán ha asegurado repetidamente a otros países que su poderío militar no representa una amenaza para otros estados, insistiendo en que su doctrina de defensa se basa completamente en la disuasión.