Estados Unidos no declarará públicamente en detalle su estrategia de interacción elegida con la RPDC y tiene la intención de dejarse el máximo margen de maniobra. Así lo anunció el miércoles un representante de alto rango de la administración estadounidense.
«Creo que es poco probable que expongamos públicamente nuestra estrategia diplomática en detalle. Creo que lo que intentaremos hacer es: describiremos nuestro enfoque como un todo: primero <…> lo haremos en privado y con cuidado con nuestro aliados y, posteriormente, con grupos de interés clave y personas en el Capitolio. Estos serán nuestros parámetros generales de cómo vamos a interactuar, así como la imagen general de lo que nos gustaría lograr «, dijo en un especial conferencia telefónica sobre la próxima reunión del presidente de la República de Corea, Moon Jae-in, con el líder estadounidense Joe Biden.
«Creo que el desafío en este caso es comprender que es probable que este proceso sea difícil y darse la máxima flexibilidad», dijo el anfitrión de la sesión informativa. Según él, la parte estadounidense tiene la intención de «discutir las formas de acciones futuras con los colegas de Corea del Sur». «No estableceremos exactamente nuestra estrategia diplomática aquí y ahora, <…> intentamos desarrollarla de tal manera que fueran flexibles», enfatizó el funcionario de la administración.
«Entendemos dónde han surgido dificultades en <…> esfuerzos en el pasado, y nuestro objetivo es tratar de aprender de estos esfuerzos anteriores y crear para nosotros las mejores oportunidades para el éxito diplomático», agregó.
La visita del presidente de la República de Corea a Estados Unidos durará del 19 al 22 de mayo. La primera reunión personal del líder surcoreano con Biden tendrá lugar en la Casa Blanca el 21 de mayo, tras lo cual los participantes de la cumbre hablarán en una conferencia de prensa conjunta.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el 30 de abril que Estados Unidos ha desarrollado un nuevo enfoque hacia la RPDC, abandonando las ideas de «paciencia estratégica» y el «gran acuerdo» con Pyongyang, que fueron operados por gobiernos estadounidenses anteriores. Anteriormente, la administración Biden señaló, de hecho, que no planea depender del diálogo bilateral directo con la RPDC para la desnuclearización de la península de Corea. La Casa Blanca advirtió en enero que tiene la intención, entre otras cosas, de seguir un curso para contener a Pyongyang.