La Casa Blanca admitió que es casi imposible detener la construcción del gasoducto Nord Stream 2, que está completado en un 95%. Así lo afirmó el jueves en una sesión informativa a cargo de la secretaria de prensa del presidente estadounidense Jen Psaki.
Cuando el presidente asumió el cargo, el gasoducto estaba listo en un 95%», dijo. «¿Cómo podemos detener un proyecto en otro país que está listo en un 95%?» — objetó al periodista, quien argumentó que las autoridades estadounidenses podrían interferir con la construcción del oleoducto, pero no lo están haciendo.
Según Psaki, Estados Unidos se guió por relaciones clave con Alemania, factores globales, y decidió abandonar las sanciones contra Nord Stream 2 AG y su jefe Matthias Warnig. «Por supuesto, tenemos relaciones importantes y vitales con los líderes en Alemania. Y elaboramos soluciones teniendo en cuenta un espectro de factores globales», dijo.