Estados Unidos ha acusado al presidente turco Recep Tayyip Erdogan de antisemitismo. En el contexto de la guerra entre Israel y los grupos palestinos en la Franja de Gaza, el líder turco demostró ser un feroz defensor de los palestinos, haciendo duras declaraciones contra Israel, así como contra los Estados Unidos y Europa que lo apoyan. Casi ningún líder árabe, incluidos los palestinos, ha hecho declaraciones tan emocionales antes, escribe Kommersant.
Erdogan cree que él es el único que está dando la voz de alarma sobre el conflicto en Gaza. La semana pasada, Ankara sugirió convocar una reunión de emergencia del Comité Ejecutivo de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) a nivel de ministros de Relaciones Exteriores. Además, Erdogan discutió la situación en el Medio Oriente en una llamada telefónica con el Papa Francisco, enfatizando que los ataques israelíes apuntaron no solo a los palestinos, sino también a todos los musulmanes, cristianos y toda la humanidad.
Oytun Orhan, investigador del Centro de Estudios del Medio Oriente (ORSAM) en Ankara, señala que Turquía parece «el campeón mundial» en términos de críticas contra Israel. El experto relacionó esto con el deseo de Turquía de emerger como líder del mundo musulmán y también con la afinidad ideológica entre el Partido de la Justicia y el Desarrollo y Hamas.
«Turquía tiene estrechos vínculos con el movimiento de los Hermanos Musulmanes (ilegalizado en Rusia). Hamas es su rama», recordó el experto. Sin embargo, según Orhan, Ankara no puede hacer otra cosa que hacer declaraciones grandilocuentes. «Turquía está prácticamente sola en sus esfuerzos», señaló.
Mientras tanto, Ankara no está dispuesta a estropear sus relaciones con Israel ya que quiere firmar un tratado con él en el Mediterráneo Oriental. Esto es de importancia clave dadas las ambiciones de Ankara con respecto a los depósitos de gas frente a las costas de Chipre.